Vuela Palabra

Mattia Tarantino

«Si juras sobre el arca», de Mattia Tarantino


Prefacio
Una gnosis sobre el lenguaje


de Michelangelo Zizzi

Mattia Tarantino existe como una estructura a priori sobre el secreto generativo de la poesía.

La previsión del verso es siempre una conciencia de ello, cuyo fin es un acto recitante sin frenos. Estamos casi al modo de Mallarmé, que indexa una álgebra numerológica, cabalística, alfabética, reconociendo a la textualidad su preexistencia (al modo de las ideas de Platón) y su postergación (al modo del hecho, del destino, al modo tipográfico). Luego hay una nervadura pasional (casi impensable, donde en este caso cada pasión parece restringida y seca), existencial, que aporta al campo poético lo impensable de la representación. Porque esta es poesía de lo irreprentable, de la condición inguadagnable de ser antes o ser después en el lenguaje.

Se giuri sull’arca goza del ritmo profético que siempre está entre impostura y revelación. Y es sobre la profecía que la lengua se vuelve etérea pero necesaria; casi lengua de aves, de visitantes momentáneos y casuales del poemita, de fonemas extintos reactivados. Notable la recompensa de cosas/hechos dentro del texto que es tanto vaporoso como recaído en un material congruente, perceptible. Aquí las tradiciones populares de cierta poesía se extinguen en una atmósfera de caos aparente y, sin embargo, se recompone según el orden del caos. Aquí permanecen lo presumible, el terror, el regreso.

Porque todo va en la academia farmacéutica (de Platón o más allá) o porque ninguna cosa es obscena (porque está fuera de la escena o en otra escena por resumir). Porque este es el poemita de quien decide a un verso el destino de los lenguajes. Porque Tarantino tiene en la disciplina de la acción actoral y poética, por lo que aún puede decirse un “verso” propiamente entendido con orientación, un acordar la dirección, la capacidad de desarraigar la tendencia de brújula, de orientación general, manteniendo firmes los nervios, conectando las cuerdas que sostienen el lenguaje no comunicativo.

En este lugar, cuanto más distópicos son los desiertos, tanto lo es el ser escuálido, entonces, y el viaje lingüístico significa agotar el proclama y sus consecuencias sedantes, anular las prescripciones. La escritura de Tarantino resulta, por lo tanto, rupestre (como por sedimentación), arrogante, claramente consciente y paradójicamente suelta como la del mendigo o del infante.

Así, la consecuencia poética de esta obra es gnóstica e irreparable como la vida reducida al hueso de San Antonio Abad, que se alimentaba de raíces de tamarisco y pudo resistir a vientos de arena del desierto en la catábasis de altura de una columna ascética de ladrillos apilados. Porque este es el problema: si Tarantino no demuestra una necesidad metafísica, su poesía la demuestra. La suya, de hecho, es poesía no de copistería, sino toda experimental, sin demasiada atención a las vanguardias, que sin embargo parece conocer muy bien; tal vez para que ningún murmullo pueda perturbar el sueño tecnográfico de una pretensión superior: explicar en cambio, por lo tanto, matar el prospecto metafórico de la poesía común y cojeante, permanecer en la perrera del resumen de cada actor (significante, digo: significante) lingüístico a los 23 años y también en la brevedad o en la ligereza del galgo al olfatear las formas de una poesía futura que restablece la leyenda de la participación social y política o que cede al lector tal cual o, en última instancia, que dice del espectáculo menor haber visto, haber participado en una visión, que es la perdida y mitográfica de un profeta ileso y oculto.

En este lugar que es Se giuri sull’arca pocos críticos itálicos pueden haber pisado, porque Mattia Tarantino podría tener, y quizás tiene, la arrogancia erudita de pocos y el encanto sintético de muy pocos. Precisamente porque aquí no hay una estrella polar ni un astrolabio, sino solo viajero, que es el lugar sin certeza de secuencia.

Trad. de Marisol Bohórquez Godoy

 

Poemas de Se giuri sull’arca (Fallone Editore, 2024)
Traducción al español de Marisol Bohórquez Godoy



De Si juras sobre el arca

I


PRIMERA VOZ: (cantando)
Si nos lo preguntan, no lo diremos.

SEGUNDA VOZ: (susurrando, siempre)
Como algo que pasa, algo que se desliza. Un crujido.

TERCERA VOZ:
Aprenderás a hablar con las sombras.

PRIMERA VOZ: (cantando de nuevo)
No lo diremos.

TERCERA VOZ:
Habíamos atado el arca a su reino. Al reino negro de la transparencia. Al final del mundo.

PRIMERA VOZ:
No es que no queramos.

SEGUNDA VOZ:
Como quien busca el giro de la serpiente. La señal enrollada en la nada.

PRIMERA VOZ:
No nos lo han dicho. Lo hemos pedido, cruz en el corazón.

SEGUNDA VOZ:
Como susurrando en un oído gigante. La entrada trasera sellada hablando.

TERCERA VOZ:
Luego zarpamos. Nadie nos dio permiso. Nadie nos dijo que no.





De Se giuri sull’arca


I



PRIMA VOCE: (canzonando)
Se ce lo chiedete non ve lo diciamo.

SECONDA VOCE: (sussurrando, sempre)
Come qualcosa che passa, qualcosa che striscia. Uno scricchiolio.

TERZA VOCE:
Imparerai a parlare con le ombre.

PRIMA VOCE: (ancora canzonando)
Non ve lo diciamo.

TERZA VOCE:
Avevamo allacciato l’arca al loro regno. Al regno nero della trasparenza. Alla fine del mondo.

PRIMA VOCE:
Non è che non vogliamo.

SECONDA VOCE:
Come per chi cerca il giro della serpe. Il segno arrotolato nel nulla.

PRIMA VOCE:
Non ce lo hanno detto. Lo abbiamo chiesto, croce sul cuore.

SECONDA VOCE:
Come bisbigliando in un orecchio gigante. L’entrata sul retro sigillata parlando.

TERZA VOCE:
Poi siamo salpati. Nessuno ci ha dato il permesso. Nessuno ci ha detto di no.



IV



Porque el grano, como la Imagen, está en la desgranadura que absolve su misterio. Porque vemos una tierra, ahora, que choca contra la nada, golpea los bordes, parece un susurro. Nos da vueltas la cabeza. Ahora que se separan del cielo sabemos cuán estruendosamente colapsan. Un estruendo, un agujero entre nuestra cabeza y la Nada, donde afloran la tierra y alguien está en la orilla, nos espera desde siempre. Nos miramos, son hombres desnudos con cuernos de arcoíris. Pasan corriendo entre las rocas, una gran bestia los acompaña. La llaman, la administran, parece que la preparan para el sacrificio. Fuegos encendidos para la noche y tiendas, humo. Llevamos manzanas annurche, una máscara de carbón. Los primeros los entierran en el agujero. Cuerpos celestiales para otras rotaciones. Nos preguntan lo que todos nos han preguntado. No decimos una palabra y aún estamos a salvo.



IV


Perché l’acino, come l’Immagine, è nella sgranatura che assolve il suo mistero. Perché vediamo una terra, adesso, che urta contro il nulla, sbatte ai bordi, sembra bussi. Ci gira la testa. Ora che si staccano dal cielo sappiamo quanto fragorosamente collassino. Un tonfo, un buco tra la nostra testa e il Nulla, dove affiora la terra e qualcuno è a riva, ci aspetta da sempre. Ci guardiamo, sono uomini nudi con corna arcobaleno. Passano, correndo, tra gli scogli, una grande bestia li accompagna. La chiamano, la amministrano, pare la preparino al massacro. Fuochi accesi per la notte e tende, fumo. Portiamo mele annurche, una maschera di carbone. I primi li seppelliscono nel buco. Corpi celesti per altre rotazioni. Ci chiedono quello che tutti ci hanno chiesto. Non diciamo una parola e siamo ancora salvi.




de Sciababàb

I


Hablan, pero como los pájaros, un dialecto celeste. El fuego está encendido y el pueblo más cercano. Hay pan caliente, anís para calentar junto al vino. Serán recordados en caravana, como en fila para presentarse al Juicio, pero nadie los ve o quizás no existen ojos; comodines de sombra que hurgan en el follaje, que se deslizan, convulsiones en las provincias de la sombra. Nocturnos, Cunicoli, como nombres de pueblos delgados, fantasías de pueblos descalzos. Smàcchera zan ca tio perēse, ca sa pèrese rubina i scancia. Hablan, pero como pájaros de picos monstruosos, de picos de anís, líquidos, smacche zatàn como grumos, como cálculos, un dialecto de riñones celestiales si toda la lengua es una huella, si alguien se aleja del pueblo, viene, si silba.



da Sciababàb

I


Parlano, ma come gli uccelli, un dialetto celeste. Il fuoco è acceso e il villaggio più vicino. C’è il pane caldo, l’anice da scaldare insieme al vino. Saranno ricordati in carovana, come in fila per presentarsi al Giudizio, ma nessuno li vede oppure non esistono occhi; jolly d’ombra che frugano nel fogliame, che strisciano, convulsioni nelle province dell’ombra. Nottenati, Cunicoli, come nomi di popoli smilzi, fantasie di popoli scalzi. Smàcchera zan ca tio perēse, ca sa pèrese rubina i scancia. Parlano, ma come uccelli dai becchi mostruosi, dai becchi d’anice, liquidi, smacche zatàn come grumi, come calcoli, un dialetto di reni celesti se tutta la lingua è un’orma, se qualcuno si allontana dal villaggio, viene, se fischia.


IV


Como para decir algo que zarandea, una viscosa y asquerosa que arrastra. Desollan el cerdo, lo pelan, lo desmenuzan. Un caldero de huesos, el cerdo pareces tú, pareces tú esta media luna desgastada en los libros, la Escritura que tiembla si transmites un salmo, un verso apenas. Lo dividen, a cada uno su parte, el hígado a los potajes, el hocico a los viejos, o a los perros, la lengua a quien tiene valor y parece aún no entender, pareces una pesadilla.


IV


Come per dire qualcosa che zaraglia, una sciàcada vischiosa che rangrasta. Scuoiano il maiale, lo spellano, sminuzzano. Un calderone d’ossa, il maiale sembri tu, sembri tu questa mezzaluna sfessata nei libri, la Scrittura che trema se tramandi un salmo, un verso appena. Lo dividono, a ciascuno la sua parte, il fegato agli intrugli, il muso ai vecchi, o ai cani, la lingua a chi ha coraggio e sembri ancora non capire, sembri un incubo.




de El Ermeneuta

I

Al primero lo marcan en la espalda, pero no lo cree. La misma señal está en el dorso de la moneda. El otro ha besado la piedra en la primera noche del año. La cabeza del toro, bajada del umbral, ha sido destrozada y enterrada. En la fiesta llevará la máscara de la bestia, cuatro veces cornuda. Al último le cortarán el anular.


da L’Ermeneuta


I

Al primo lo incidono sulla schiena ma non ci crede. Lo stesso segno è sul dorso della moneta. L’altro ha baciato la pietra la prima notte dell’anno. Il capo del toro, calato dall’uscio, è stato fracassato e sepolto. Alla festa indosserà la maschera della bestia, quattro volte cornuta. All’ultimo taglieranno l’anulare.




IV


Los robots en las grutas con las bestias, sangre sintética, de frontera, lunar. El Ermeneuta ha sido desenterrado, los ha anunciado.

EL PRIMERO: (balbuceando)

……………………………………………….lan zanè…
……………………………………………………………….  mattatah…
………………………………………………..ba, ba, pe galùppe…

LA VORAGINE:

Si viene, si te aplastan la lengua. Este es el dominio de las voces de tambor, del ícono del toro, cuernos gruesos, ¿qué crees?

EL PRIMERO: (arrastrándose sobre los codos hacia los tentáculos que emergen del agujero)

…………………………………………………………………………………………………………………mattatah…
…………………………………………………………………………………………………………………………………….. babagaluppe…
…………………………………………………………………………………………………………………mattatah…

LA VORAGINE:

Son ellos la máquina sintáctica, Mattath, son ellos quienes conectan y tú no ves nada, mira lo que acoplan, cómo fluye. Cuánto viento…
(susurros ventosos, un aumento de susurros, como si una tropa de serpientes de aire se arrastrara)
MATTATH: (avanzando sobre los codos, entre los tentáculos, hasta el borde del agujero luminoso, intenta hablar pero hay luz por todas partes, un neón fosforescente, como un santo)




IV


I robota nelle grotte con le bestie, sangue sintetico, di frontiera, lunare. L’Ermeneuta è stato dissepolto, li ha annunciati.

IL PRIMO: (farfugliando)
                                         lan zanè…
                                                          mattatah…
                                         ba, ba, pe galùppe…
LA VORAGINE:
Se viene, se ti schiantano la lingua. Questo è il dominio delle voci da tamburo, dell’icona del toro, corna grasse, cosa credi?
IL PRIMO: (strisciando sui gomiti verso i tentacoli che emergono dal buco)
                                                                                                             mattatah…
                                                                                                                               babagaluppe…
                                                                                                             mattatah…
LA VORAGINE:
Sono loro la macchina sintattica, Mattath, sono loro che connettono e tu non vedi niente, guarda cosa accoppiano, come scorre. Quanto vento…

(sibili ventosi, un crescendo di fruscii, come una truppa di serpi d’aria marciasse strisciando)

MATTATH: (avanzando sui gomiti, tra i tentacoli, fino all’orlo del buco luminoso, fa per parlare ma c’è luce dappertutto, un neon fosforescente, come santo)




Mattia Tarantino (Nápoles, 2001) codirige Inverso – Giornale di poesia y forma parte de la redacción de Atelier. Colabora con numerosas revistas, tanto en Italia como en el extranjero, entre ellas Buenos Aires Poetry. Por sus versos, traducidos a más de diez idiomas, ha ganado varios premios. Ha publicado Se giuri sull’arca (2024), L’età dell’uva (2021), Fiori estinti (2019), Tra l’angelo e la sillaba (2017); tradujo Verso Carcassonne (2022) y Poema della fine (2020).


*** La fotografia del autor fue tomada por Maria Ferraro en Spazio211



 

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