En el día de hoy presento cuatro poemas de la escritora colombiana Amparo Andrade Loaiza. En ellos se refleja el espíritu soñador de la autora a través de versos alegóricos y, en ocasiones, permeados por una dosis de romanticismo. El ritmo en su poesía y la reiteración de palabras tales como: pájaro, vuelo, amarillo, alegría, y niña constituyen esa puerta que Andrade abre para transmitir un estado de paz y armonía a través de una escritura delicada y precisa. Espero que los disfruten.
Alguna vez fui negra
Alguna vez fui negra.
Yo lo sé.
Tengo la sangre ardiente
y el corazón cargado de peces y de botes.
Pescan en mi alegría
lánguidos alcatraces
que van volando quedo de espolón a espolón
y una niña que mira
con ojos de agua viva
se recuesta tranquila
en mis corales y sueña.
Sueña viajes eternos
de tormentas que amainan los cantos del amor.
Ella es mi niña buena
hecha toda de arenas y cangrejos,
de sed de amantes
y huellas en silencio.
Alguna vez fui negra.
Yo lo sé
De color amarillo..
De color amarillo son mis preguntas.
Piel de barro, ojos grandes,
reptan, suspiran, vuelan.
Mis piernas
reconocen su presencia
y en mis huellas aúllan con cinismo.
Mi abuela las espanta
mientras la ve el abuelo.
Pero luego hace cántaros de nube
que me hereda sin miedo.
Mi madre avanza. Canta una a una
su letanía de sueños
enredados un día.
Y yo cuento:
doscientos… treinta y ocho…mil cinc… es eterno.
Agradezco este límite sin tiempo.
Danza en mi corazón la primera palabra.
¡Qué amarillo tan bello!
Despierta
Despierta.
Estoy despierta.
Puedo escuchar el pájaro amarillo
o quizás es un perro.
Cómo podría entender la diferencia
en medio de esta niebla.
Han pasado los días
uno tras otro
con la monotonía de los pasos de acero
y mi voz ya no alcanza
para oírte.
¡Dime que no me olvidas!
Yo te escribo en la noche
tratando de encontrar la diferencia
entre un pájaro amarillo
y un perro.
¡Y no sé dónde hallarte!
Mira que el mundo cae en este punto,
que aquí se han derrumbado los senderos
y que a esta misma hora
en otro cielo,
un alguien como yo,
trata de hallar el norte
sin que pueda echar vuelo.
El árbol de la noche
El árbol de la noche
acomoda los pájaros del sueño
y sacude sus ramas
para que yo me eleve en su silencio
Pero no estoy ahí
Mi corazón pasea sin permiso
por extraños parajes
y la noche sacude sus ramajes
pero yo no volteo
Llega la brisa entonces
con el olor salobre que entretengo
en mi oreja, en mis labios,
en mi modo de andar,
en mi cintura y cuerpo
Y la noche me toma
con su eterna caricia
y el retorno,
inevitable y próspero,
aliviana mi vuelo
Pájaro de mis sueños
ave que levemente circunda el universo
Soy yo. Yo soy
en este dulce ritmo
en que vivo sin miedos.
Amparo Andrade Loaiza Es poeta y maestra nacida en Cali, Colombia en 1964. Su pasión por la vida y por la palabra poética han hecho de ella una investigadora constante, maestra por vocación, tallerista y conferencista internacional. Es creadora y directora de la Red De Amor Y Poesía, a través de la cual promueve la lectura y el goce de la poesía. Sus poemas han hecho parte de diversas publicaciones entre las que se encuentra Matamundo, una muestra de la literatura huilense contemporánea, Parvulario y Mujeres al verso, antología de mujeres poetas huilenses. Escribe, sueña, juega y baila poesía.
Me encanta la revista, su formato, la poesia que publican y en general todas sus publicaciones Las felicito