Vuela Palabra

Ada Limón

Tres poemas de Ada Limón

Hoy tengo el placer de presentarles, a través de mi traducción al español, tres cautivadores poemas de la poeta estadounidense Ada Limón. En estas composiciones, se entrelazan temas de identidad, relaciones humanas, naturaleza y experiencia, explorando un intrincado tejido de emociones. Su poema «Wife» ahonda en las complejas connotaciones y expectativas asociadas al matrimonio. Mientras tanto, «The Leash» explora las secuelas de la violencia, reflexionando sobre su profundo impacto en los individuos y en la sociedad. Por último, «Dream of the Raven» transporta a los lectores a un encuentro íntimo con la naturaleza. Limón crea una escena vívida donde una bicicleta averiada conduce a un encuentro con un cuervo atrapado. Este encuentro se convierte en un símbolo de conexión, ya que el narrador comparte una mirada intensa e íntima con el ave. La imaginería evoca una sensación de vulnerabilidad y ternura, al mismo tiempo que insinúa la belleza impredecible que puede surgir de circunstancias inesperadas. Espero que los disfruten.


Marisol Bohórquez Godoy








Esposa

Aún no me siento cómoda con la palabra,
su susurro corto y limpio que suena como a
vida. En la cena de anoche, mis amigas solteras
dijeron con advertencia: «No es digno de una esposa»
sobre el próximo viaje de un amigo. Sus
ojos se voltearon hacia arriba y por encima y se salieron
de sus bonitas cabezas jóvenes. Esposa, ¿por qué suena
como un trabajo? «Necesito una esposa», escribió la famosa
feminista, «una esposa que mantenga mis
ropas limpias, planchadas, remendadas, reemplazadas
si es necesario». Una palabra que fácilmente podría convertirse
en criada. Una esposa que hace, arregla,
calma, honra, obedece, ama de casa,
vendedora de pescado, mala esposa, buena esposa, ¿cuál es
la palabra para alguien que mira largo rato
hacia la mañana, incapaz incluso de preparar té
algunos días, la tetera humeando ruidosamente como un silbato de tren, ella que llora
en las mañanas, ella que rasga un agujero
en la tierra y no puede dejar de lamentarse,
la que quiere amarte, pero a menudo
ni siquiera es buena en eso, la que
no quiere ser disminuida
por más que desee ser tuya.



Wife

I’m not yet comfortable with the word,

its short clean woosh that sounds like
life. At dinner last night my single girls
said in admonition, “It’s not wife-approved”
about a friend’s upcoming trip. Their
eyes rolled up and over and out their
pretty young heads. Wife, why does it
sound like a job? “I need a wife” the famous
feminist wrote, “a wife that will keep my
clothes clean, ironed, mended, replaced
if need be.” A word that could be made
easily into maid. A wife that does, fixes
soothes, honors, obeys, Housewife,
fishwife, bad wife, good wife, what’s
the word for someone who stares long
into the morning, unable to even fix tea
some days, the kettle steaming over
loud like a train whistle, she who cries
in the mornings, she who tears a hole
in the earth and cannot stop grieving,
the one who wants to love you, but often
isn’t good at even that, the one who
doesn’t want to be diminished
by how much she wants to be yours.




La Correa

Después del parto de bombas de horcas y miedo,

las frenéticas armas automáticas desatadas,
la lluvia de balas sobre una multitud tomada de las manos,
ese cielo brutal abriéndose en fauces de metal pizarra
que engulle solo lo innombrable en cada uno de nosotros, ¿qué
queda? Incluso el río oculto en ninguna parte está envenenado
de naranja y ácido por una mina de carbón. ¿Cómo no temer
a la humanidad, querer lamer el fondo del arroyo
hasta secarlo, chupar el agua letal hacia
tus pulmones, como veneno? Lector, quiero
decir: No mueras. Incluso cuando los peces plateados
vuelven boca arriba uno tras otro, y el país se precipita
en un cráter crepitante de odio, ¿no queda acaso
algo que todavía canta? La verdad es: No lo sé.
Pero a veces, juro que lo escucho, la herida cerrándose
como una puerta de garaje oxidada, y todavía puedo mover
mis extremidades vivas en el mundo sin demasiado
dolor, todavía puedo maravillarme de cómo la perra corre directo
hacia los camiones de carga que bajan a toda velocidad
por la carretera, porque ella piensa que los ama,
porque está segura, sin duda, de que las cosas ruidosas
y rugientes la amarán también, su pequeño y suave ser
lleno de deseos de compartir su maldito entusiasmo,
hasta que tiro de la correa para salvarla porque
quiero que sobreviva para siempre. No mueras, digo,
y decidimos caminar un poco más, estorninos
altos y febriles sobre nosotros, el invierno acercándose para depositar
su frío cadáver en este pequeño pedazo de tierra.
Quizás siempre estamos lanzando nuestro cuerpo hacia
aquello que nos aniquilará, suplicando amor
a la veloz travesía del tiempo, y así tal vez,
como la perra obediente a mis talones, podamos caminar juntos
en paz, al menos hasta que llegue el próximo camión.




The Leash

After the birthing of bombs of forks and fear

the frantic automatic weapons unleashed,
the spray of bullets into a crowd holding hands,
that brute sky opening in a slate metal maw
that swallows only the unsayable in each of us, what’s
left? Even the hidden nowhere river is poisoned
orange and acidic by a coal mine. How can
you not fear humanity, want to lick the creek
bottom dry, to suck the deadly water up into
your own lungs, like venom? Reader, I want to
say: Don’t die. Even when silvery fish after fish
comes back belly up, and the country plummets
into a crepitating crater of hatred, isn’t there still
something singing? The truth is: I don’t know.
But sometimes, I swear I hear it, the wound closing
like a rusted-over garage door, and I can still move
my living limbs into the world without too much
pain, can still marvel at how the dog runs straight
toward the pickup trucks break-necking down
the road, because she thinks she loves them,
because she’s sure, without a doubt, that the loud
roaring things will love her back, her soft small self
alive with desire to share her goddamn enthusiasm,
until I yank the leash back to save her because
I want her to survive forever. Don’t die, I say,
and we decide to walk for a bit longer, starlings
high and fevered above us, winter coming to lay
her cold corpse down upon this little plot of earth.
Perhaps we are always hurtling our body towards
the thing that will obliterate us, begging for love
from the speeding passage of time, and so maybe,
like the dog obedient at my heels, we can walk together
peacefully, at least until the next truck comes.




Sueño del Cuervo

Cuando la bicicleta de diez velocidades y peso ligero se averió
a un lado de la carretera bordeada de espesos naranjos, noté
la cabeza gigante de un cuervo sobresaliendo entre las hojas cerosas.
El ave estaba atrapada de alguna manera, enredada en las ramas,
chillando. Con los ojos bien abiertos, sostuve el rostro del cuervo
cerca del mío. Pico a nariz. Iris marrón oscuro contra iris marrón oscuro.
Pluma a pluma. Este no era el cuervo Chihuahuan ni el cuervo abanico ni el
cuervo común. Nada era común en la forma en que nos mirábamos
mientras un desconocido desenredaba las garras del ave de las ramas del árbol
y él, finalmente libre, se convertía en un niño desnudo columpiándose en el viento.



Dream of the Raven

When the ten-speed, lightweight bicycle broke down
 off the highway linded thick with orange trees, I
noticed a giant raven’s head protruding from the waxy
 leaves. The bird was stuck somehow, mangled in the
branches, crying out. Wide-eyed, I held the bird’s face
close to mine. Beak to nose. Dark brown iris to dark
brown iris. Feather to feather. This was not the
Chihuahuan raven or the fantailed raven or the
common raven. Nothing was common about the way
we stared at one another while a stranger untangled
the bird’s claws from the tree’s limbs and he, finally
free, became a naked child swinging in the wind.




Ada Limón se convirtió en la 24ª Poeta Laureada de los Estados Unidos en julio de 2022. Limón es autora de las colecciones de poesía The Hurting Kind (2022, Milkweed Editions); The Carrying (2018, Milkweed Editions), que ganó el Premio del Círculo de Críticos de Libros Nacional de Poesía; Bright Dead Things (2015, Milkweed Editions), finalista del Premio Nacional del Libro, el Premio del Círculo de Críticos de Libros Nacional y el Premio de Poesía Kingsley Tufts; Sharks in the Rivers (2010, Milkweed Editions); Lucky Wreck (2005, Autumn House Press, reeditado en 2021); y This Big Fake World (2005, Pearl Editions).

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1 comentario en “Tres poemas de Ada Limón”

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