Vuela Palabra

Octavio Paz-Vuela Palabra

Silencio y otros poemas de OCTAVIO PAZ

Leeremos «Silencio» y otros poemas de Octavio Paz (México, 1914 – 1998). Poeta, ensayista y traductor. Figura capital de la literatura latinoamericana del siglo XX. En 1937 asiste al Congreso de Escritores Antifascistas en Valencia (España). Entre sus obras destacan, entre otros: No pasarán! (1936), Bajo tu clara sombra (1937), Raíz de hombre (1937), A la orilla del mundo (1942), Noche de resurrecciones (1942), El laberinto de la soledad (1950), ¿Águila o sol? (1951), El arco y la lira (1956), Libertad bajo palabra (1960), Salamandra (1962), Cuadrivio (1965), Puertas del campo (1966), Corriente alterna (1967), Ladera este (1969), El mono gramático (1974), Los hijos del limo (1974), El ogro filantrópico (1979), Árbol adentro (1987), La otra voz. Poesía y fin de siglo (1990), La llama doble (1993), Vislumbres de la India (1995). Por su obra obtuvo importantes reconocimientos como el Premio Cervantes (1981) y el Premio Nobel de Literatura (1990).



La traducción al italiano es de Gianni Darconza.


Doblo la página del día,
escribo lo que me dicta
el movimiento de tus pestañas.

Volto la pagina del giorno,
scrivo ciò che mi detta
il movimento delle tue ciglia.




SILENCIO

Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.




SILENZIO

Così come dal fondo della musica
sgorga una nota
che mentre vibra cresce e si assottiglia
finché in un’altra musica ammutolisce,
sgorga dal fondo del silenzio
un altro silenzio, acuta torre, spada,
e sale e cresce e ci tiene sospesi
e mentre sale cadono
ricordi, speranze,
le piccole bugie e quelle grandi,
e vogliamo gridare e nella gola
svanisce il grido:
sfociamo nel silenzio
dove i silenzi ammutoliscono.




LA CALLE

Es una calle larga y silenciosa.
Ando en tinieblas y tropiezo y caigo
y me levanto y piso con pies ciegos
las piedras mudas y las hojas secas
y alguien detrás de mí también las pisa:
si me detengo, se detiene;
si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie.
Todo está oscuro y sin salida,
y doy vueltas y vueltas en esquinas
que dan siempre a la calle
donde nadie me espera ni me sigue,
donde yo sigo a un hombre que tropieza
y se levanta y dice al verme: nadie.




LA STRADA

È una strada lunga e silenziosa.
Cammino nelle tenebre e inciampo e cado
e mi rialzo e calpesto con piedi ciechi
le pietre mute e le foglie secche
e qualcuno dietro di me anche lui le calpesta:
se mi fermo, si ferma;
se corro, corre. Giro il volto: nessuno.
Tutto è scuro e senza uscita,
e faccio giri e giri attorno agli angoli
che danno sempre alla strada
dove nessuno mi aspetta né mi segue,
dove io seguo un uomo che inciampa
e si rialza e nel vedermi dice: nessuno.




ESCRITO CON TINTA VERDE

La tinta verde crea jardines, selvas, prados,
follajes donde cantan las letras,
palabras que son árboles,
frases que son verdes constelaciones.

Deja que mis palabras, oh blanca, desciendan y te cubran
como una lluvia de hojas a un campo de nieve,
como la yedra a la estatua,
como la tinta a esta página.

Brazos, cintura, cuello, senos,
la frente pura como el mar,
la nuca de bosque en otoño,
los dientes que muerden una brizna de yerba.

Tu cuerpo se constela de signos verdes
como el cuerpo del árbol de renuevos.
No te importe tanta pequeña cicatriz luminosa:
mira al cielo y su verde tatuaje de estrellas.




SCRITTO CON INCHIOSTRO VERDE

L’inchiostro verde crea giardini, selve, prati,
fogliami dove cantano le lettere,
parole che sono alberi,
frasi che sono verdi costellazioni.

Lascia che le mie parole, oh bianca, discendano e ti coprano
come una pioggia di foglie su un campo di neve,
come l’edera sulla statua
come l’inchiostro su questa pagina.

Braccia, cintola, collo, seni,
la fronte pura come il mare,
la nuca di bosco in autunno,
i denti che mordono un filo d’erba.

Il tuo corpo si costella di segni verdi
come il corpo di un albero di germogli.
Non ti importi così minuscola cicatrice luminosa:
guarda il cielo e il suo verde tatuaggio di stelle.




NIÑA

            A Laura Elena

Nombras el árbol, niña.
Y el árbol crece, lento,
alto deslumbramiento,
hasta volvernos verde la mirada.

Nombras el cielo, niña.
Y las nubes pelean con el viento
y el espacio se vuelve
un transparente campo de batalla.

Nombras el agua, niña.
Y el agua brota, no sé dónde,
brilla en las hojas, habla entre las piedras
y en húmedos vapores nos convierte.

No dices nada, niña.
Y la ola amarilla,
la marea de sol,
en su cresta nos alza,
en los cuatro horizontes nos dispersa
y nos devuelve, intactos,
en el centro del día, a ser nosotros.




BAMBINA

            A Laura Elena

Nomini l’albero, bambina.
E l’albero cresce, lento,
alto accecamento,
fino a farci verde lo sguardo.

Nomini il cielo, bambina.
E le nubi litigano con il vento
e lo spazio si tramuta
in un trasparente campo di battaglia.

Nomini l’acqua, bambina.
E l’acqua sgorga, non so da dove,
brilla nelle foglie, parla con le pietre
e in umidi vapori ci trasforma.

Non dici nulla, bambina.
E l’onda gialla,
la marea di sole
sulla sua cresta ci solleva,
nei quattro orizzonti ci disperde
e ci restituisce, intatti,
nel centro del giorno, per essere noi stessi.




DESTINO DEL POETA

¿Palabras? Sí, de aire,
y en el aire perdidas.

Déjame que me pierda entre palabras,
déjame ser el aire en unos labios,
un soplo vagabundo sin contornos
que el aire desvanece.

También la luz en sí misma se pierde.




DESTINO DEL POETA

Parole? Sì, di aria,
e nell’aria perdute.

Lascia che mi perda tra parole,
lasciami essere l’aria nelle labbra,
un soffio vagabondo senza contorni
che l’aria fa svanire.

Anche la luce in se stessa si perde.




OLVIDO

Cierra los ojos y a oscuras piérdete
bajo el follaje rojo de tus párpados.
Húndete en esas espirales
del sonido que zumba y cae
y suena allí, remoto,
hacia el sitio del tímpano,
como una catarata ensordecida.

Hunde tu ser a oscuras,
anégate la piel,
y más, en tus entrañas;
que te deslumbre y ciegue
el hueso, lívida centella,
y entre simas y golfos de tiniebla
abra su azul penacho al fuego fatuo.

En esa sombra líquida del sueño
moja tu desnudez;
abandona tu forma, espuma
que no sabe quien dejó en la orilla;
piérdete en ti, infinita,
en tu infinito ser,
ser que se pierde en otro mar:
olvídate y olvídame.

En ese olvido sin edad ni fondo,
labios, besos, amor, todo renace:
las estrellas son hijas de la noche.




OBLIO

Chiudi gli occhi e al buio perditi
sotto il fogliame rosso delle tue palpebre.
Affonda in quelle spirali
del suono che ronza e cade
e suona lì, remoto,
verso il luogo del timpano,
come una cascata ormai sorda.

Affonda il tuo essere al buio,
annegati la pelle,
e oltre, nelle tue viscere;
che ti abbagli e accechi
l’osso, livida scintilla,
e tra sime e golfi di tenebra
apra il suo azzurro pennacchio al fuoco fatuo.

In quella ombra liquida del sonno
bagna la tua nudità;
abbandona la tua forma, schiuma
che non sa chi ha lasciato sulla spiaggia;
perditi in te, infinita,
nel tuo infinito essere,
essere che si perde in altro mare:
dimenticati e dimenticami.

In quell’oblio senza età né fondo,
labbra, baci, amore, tutto rinasce:
le stelle sono figlie della notte.



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2 comentarios en “Silencio y otros poemas de OCTAVIO PAZ”

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