Vuela Palabra

Giancarlo Pontiggia-Vuela Palabra

Seis poemas de GIANCARLO PONTIGGIA

Leeremos seis poemas de Giancarlo Pontiggia. Poeta nacido en Milán en 1952. Ha publicado los poemarios: Con parole remote (1998), Bosco del tempo (2005), ambas reeditadas y reunidas en el volumen titulado Origini (2015), Il moto delle cose (2017). Para el teatro escribió Stazioni (2010) y Ades. Tetralogía subterránea (2017), Icaromenippo (2017). Se pueden encontrar ensayos sobre poesía y reflexiones sobre literatura en los volúmenes Esercizi di resistenza e di passione (Medusa, 2002), Lo stadio di Nemea (Moretti & Vitali, 2013), y Undici dialoghi sulla poesia (La Vita Felice, 2014). Ha traducido del francés a Sade, Nerval, Mallarmé, Valéry, Céline, Supervielle, Bonnefoy; y de los idiomas clásicos a Safo, Píndaro, Sallustio, Rutilio Namanciano, Disticha Catonis. Sus poemas han sido traducidos a los idiomas más hablados y se pueden hallar en los volúmenes Selected Poems (Gradiva Publications, 2008), Orígenes (Pigmalión, 2013) e The Motion of Things (Gradiva Publications, 2020).


Selección del libro Il moto delle cose (2017) en la traducción de Marisol Bohórquez Godoy.




Y VES

Y ves que durar pueden
las cosas que no tienen vida,
y tú mueres,

y estos versos, que otros un día
leerán, duran más que tú
y tú no duras
y los has hecho

y en esta habitación
donde tantas horas has
dormido, otros
dormirán: es tan poco
es la vida,

que un verso, un muro, una cama
son más largos que tú,

eran primero, y son después
de ti.



E VEDI

E vedi che durare possono
le cose che non hanno vita,
e tu muori,

e questi versi, che altri un giorno
leggeranno, durano più di te,
e tu non duri,
e li hai fatti

e in queste stanze
dove tante ore hai
dormito, altri
ci dormiranno: e così poco
è la vita,

che un verso, un muro, un letto
sono più lunghi di te,

erano prima, e sono dopo
di te.




COMO QUIEN, HERIDO

Como quien, herido

a muerte de la vida, de la historia, al improviso
se despierta, es un amanecer de luz que exulta
en el ánfora –oscura, severa–
de la habitación, ve
el celeste del tiempo que escampa
desde un agujero de persiana, es el polvo
del mundo que se enciende, se desperdicia
en destellos de ámbar
qué dulce, piensa, la flor
extenuada del existir, y se sienta,
contempla
la teoría simple de las cosas, las suyas,
que fueron, una por una – luces sombras deshechas –
suspendidas
en sus fórmulas de azar
y de orden,

y ríe



COME CHI, FERITO

Come chi, ferito
a morte dalla vita, dalla storia, all’improvviso
si sveglia, è un mattino di luce che tripudia
nell’anfora – scura, severa –
delle stanze, vede
il celeste del tempo che spiove
da un pertugio di persiana, è la polvere
del mondo che si accende, si sperpera
in baluginii di ambra
com’è dolce, pensa, il fiore
neghittoso dell’esistere, e si siede,
contempla
la teoria semplice delle cose, le sue,
che furono, una per una – lumi ombre disfatte –
sospese
nella loro formula di caso
e di ordine,

e ride




Y NACIMOS

Y nacimos
a la vida que ya era.
Las cosas
ya eran, las tantas, las inauditas
cosas, de las cuales nos enamoramos
poco a poco.
Y nosotros mirabamos
el aire que iluminaba
y lluvias y nieves
y soles que se estancaron, tibios,
en las mañanas demasiado
quietas.

Y miramos, un día, los nombres
las primeras palabras, oscuras,
que dicen sí y no, que oscilan
en medio de las cosas



E NASCEMMO

E nascemmo
alla vita che già c’era.
Le cose
c’erano, le tante, le inaudite
cose, di cui c’invaghimmo
a poco a poco.
E noi guardavamo
l’aria che luceva
e piove e nevi
e soli che stagnavano, tiepidi,
nelle mattine troppo
quiete.

E guardammo, un giorno, i nomi
le parole prime, scure,
che dicono sì e no, che oscillano
tra le cose




FRAGMENTO I
(Junio)


Dicha de sueño y dicha de tardes
y dicha de lluvias torrenciales, cuando
el tiempo de la vida se empantana en ensenadas
que desconoces, estás
en el lino de un junio apacible, oscuro,
en el vientre
de la vida que se agacha
ínfima, remota,
te levantas, oyes
los chorros del cielo que golpean
a los vidrios, se esparcen
en grumos de plata, en bolas
de fuego,
como sacude el viento a las puertas
del alma, la tuya, que retrocede
en otra agua,
más dulce, es una noche
de junio silente y sombrío
que se expande
en el gran florero del mundo, respiras
su olor a selva, penetras
en el tronco
oscuro de las cosas
que oprimen, sacuden
en una juventud de pensamientos
vírgenes, sin nombre, te rindes
a su sonido seductor,
al vientre que fue antes

de cada pensamiento



FRAMMENTO I
(Giugno)

Gioia di sonno, e gioia di sere
e gioia di forti acquazzoni, quando
il tempo della vita s’impaluda in anse
che non conosci, sei
nel lino di un giugno molle, scuro,
nel ventre
della vita che si acquatta
infima, remota,
ti alzi, senti
gli scrosci del cielo che urtano
ai vetri, si spandono
in grumi di argento, in biglie
di fuoco,
come squassa, il vento, alle porte
dell’anima, la tua, che retrocede
in un’altra acqua,
più dolce, è una notte
di giugno silente, ombroso
che si spande
nel gran vaso del mondo, respiri
il suo odore di selva, affondi
nel legno
scuro delle cose
che premono, battono
in una giovinezza di pensieri
vergini, senza nome, ti arrendi
al suo suono suadente,
al grembo che fu prima

di ogni pensiero




PONGO UNA VELA

Pongo una vela
entre mis ojos y la pared: se enciende
lo oscuro; se ensombrecen
las puertas de las habitaciones. Me encamino
más allá del rastro de luz: rutila
la sombra a mis espaldas, se vacía
el incendio de la pared. Así,
bastan unos pocos pasos, y ya te internas
hasta hallar el confín de tus ojos.



PONGO UNA CANDELA

Pongo una candela
tra i miei occhi e il muro: s’infiamma
lo scuro; s’inombrano
le porte delle stanze. M’incammino
oltre la scia di luce: raggia
l’ombra alle mie spalle, si svuota
l’incendio del muro. Così,
bastano pochi passi, e già t’inoltri
dov’è il confine dei tuoi occhi.




QUÉ BREVE ES ESTA LUZ

Qué breve es esta luz,
qué larga es la noche:
es necesario ir a dormir, decían
voces demasiado queridas.

Como entonces,
hoy es una larga espera
en el umbral que conduce a otras habitaciones:
una vela que sueña, en el puerto, su profundo



COM’È BREVE QUESTA LUCE

Com’è breve questa luce,
com’è lunga la notte:
bisogna andare a dormire, dicevano
voci troppo care.

Come allora,
oggi è un lungo sostare
sulla soglia che porta ad altre stanze:
una vela che sogna, in rada, il suo profondo

mare.

bastano pochi passi, e già t’inoltri
dov’è il confine dei tuoi occhi.




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