He aquí una muestra de la poesía de Essaú Landa. Donde pisa el poeta sobresale el cúmulo de polvo de las ciudades, los eternos retornos de la palabra hacia la intertextualidad de cimiento que cae con el golpe del paso; de Ítaca en un casi-soliloquio de retrato cadavérico, hasta una metamorfosis en aquel particular yo lírico. Parece que no existe otra clave para atar los ruidos y silencios de Essaú mas que permanecer con toda calma de transeúnte ante el código de -ya sea la urbe, ya sea los laberintos de la mente del poeta-. En los versos del autor mexicano se insinúan los pececillos de plata y los escarabajos, aparentemente obvio, el hecho es que no están por que sí en los momentos donde se sugieren o se nombran. Tal vez por eso leer al poeta parece casi un ejercicio entomológico aplicado al poema con la paciencia de restaurador de libro viejo, porque para entender su presencia, cada huella vale en la pluma de aquel hombre que lo ha escrito.
Pero yo tan solo voy peatonamente transeúnte
y sin una marca, sin caducidad ni precio
voy bailando los harapos
cuando al piano toca decadencias Débussy
satiriza las Gnosiennes a contramusa
(y a la mona lisa y a la musa
yo le pongo mi bigote!)
!
porque yo descifro el Arte con rigor científico
luego haré sonar la gaita como una trompeta
No es pa’ tanto que nos queme el piano y la algazara
arrebujó su carcajada y apostó el barquito
de papel al centro
el nombre y la leyenda con crayola:
soy un barco embarazado de cariño
mi amor propio es mi Castillo Nauseoso
luego dijo: del amor la guerra
y no hay guerra que no pida a cambio la vida
con humor de gris comparsa
de litrona en mangas de camisa
y proverbial salud! salud!
los cascos se acompasan
! !
galopando y en chocante trino
(yo grité tu nombre) Agua! agua!
! !
y hoy ulises no ha podido regresar a casa
lo ha arrullado circe
con el solo beso de las buenas noches
(ah! qué dulce naufragar… cuando no se tiene adónde ir…
luego recordé: penélope era yo
esperarte fue saber que no quisiste regresar a ítaca)
con el alma altiva acariciando el sol
aquel octubre cariñoso
me dijiste: si mi Tierra es plana,
me hundiré en el horizonte
división sacrílega y chistera
esa longitud separa nuestra vida
de la que quisiéramos vivir…
comiendo una paleta a la salida del colegio
leo mi nombre repetido
en los carteles del cinema
el atlante carga la película aherrojado al fondo
a la forma de una vida fatigada se repite
que parece coincidencia de a lo lejos
esa longitud divide
a ti de mi memoria y al cadáver de quien fui
Del libro Ciudad graffiti animal de polvo (OXEDA / Nueva York Poetry Press, 2021)
hoy soñé con Kafka era un verde escarabajo de junio
un batir los élitros furioso
encerrado en ese verde redondel del yo del yo por dentro yo
yo blando de humedad como una yema
resbalosa realidad que empapa y ya no existe
en la botella el único futuro es el ahora
líquido se hincha que se abomba y se constriñe
un siempre ayermañana cóncavo y convexo
de siempre hoy señor presente es un regalo
de maestro regalando el hoy así los años embarramos en el pan de la rutina
como el alma la embarré en el pan de los recuerdos
lo que pude de mis miedos los sequé en la toalla
…. y rayé . con . — . . sal . — — . la lente de mi telescopio … — — …
cómo sostenerme la mirada en el espejo de tus ojos vítreos
yo que no soy yo y que disimula
esto no es un simulacro
ser el niño y no el escarabajo soy un niño escarabajo
escarabajo
me acongoja a fondo y forma ser
un niño
prisionero de su miedo escarabajo
prisionero de su miedo niño
miedo
miedocarcelero
miedo escarabajo despertar un kafka y no un insecto
en el fondo de esta realidad botella
donde a fondo se deforma el rostro
en la botella
que te mira rostro con las miras a cortarse el cuello
con la hoja
Franz miró al escarabajo en su pupila
enorme
temblorosa realidad que nos observa
en miniatura
en un tablero en ese bar jugando cartas o detrás de un escritorio dominó
de hoja en hoja se despoja el alma de su biografía
en la noche transcribiendo
en el transporte va leyendo el borrador a diario
un hijo un hombre y un artista
que hoy en su ficción ha muerto
Del libro En uno u otro plano, ha muerto Kafka (2022)
Essaú Landa (Ciudad de México, 1991). Es uno de los muchos animales de banqueta, uno que recorre lenguas de cemento, recorriendo la memoria—una y otra vez—del aire. Animal que no es gregario, con el gusto se le ve en pareja y en banqueta comúnmente solitario. Autor de los libros Ciudad graffiti animal de polvo (OXEDA/Nueva York Poetry Press, 2021) y En uno u otro plano, ha muerto Kafka (2022).