Vuela Palabra

Poemas del libro Family Game de Marlene Ayala

Poemas del libro Family Game de Marlene Ayala

El día de hoy quiero compartirles algunos poemas del libro Family Game de Marlene Ayala (Buenos Aires, 1991) que acaba de ser reeditado por Perniciosa Ediciones. Me gusta que estos poemas toquen las aristas incómodas de un tema tan complejo como lo es la familia y las relaciones que generamos dentro de ella. Hay en estos poemas un tono que invita a seguir leyendo y a explorar más de nosotrxs a través de las vivencias de la autora. Ojalá les gusten estos textos, de ser así, pueden descargar el poemario completo en Editorial Matrerita así como escuchar la entrevista que le hice a Marlene hace ya varios meses, por aquí

Andrea Muriel

(Poemas pertenecientes a Family Game – Ed. Perniciosa, 2016)

  

el sol me hace cerrar los ojos
y me siento de nuevo
como la niñita que fui
sentada en el caminito de mi casa
que iba de la entrada al portón
y que atravesaba todo el patio
recuerdo que tenía una hamaca
que al poco tiempo se rompió
de tanto que me hamacaba
cada vez más alto
cada vez más lejos
casa vez más rápido
como si quisiera salirme
de ese terreno de 40 x 30
también me sentaba en el borde
entre el cemento y el pasto
y jugaba a la casita de muñecas
siempre jugaba a que la madre se moría
y la enterrábamos en el patio de la casita
a veces me quedaba tirada
escondida entre el pasto
y las margaritas de mamá
y si me llamaban
no respondía
jugaba a que me moría
a que mi cuerpo se descomponía
junto a las flores
pensaba
cuando muera
seré otra flor de mamá

 

 

 

madre
cada vez que abro un mensaje tuyo
se abre en mi estómago el agujero negro
una abertura semicircular
por donde crecen las legumbres que plantamos juntas
y que se pudrieron porque las regabas demasiado
me acuerdo de las grietas
en la semilla
el olor a descomposición
los gusanos
los dejábamos así siempre
no es que de verdad me hubiesen interesado
alguna vez las plantas
ver crecer un ser débilmente verde
no es que me interesara demasiado
sacarme un diez en ciencias naturales
pero eso era lo que vos querías
insistías en que lo hiciéramos
decías
no hay nada menos real
que el presente
no es que me interesara

madre
cuando intento llorar
las lágrimas me parecen de nuevo
esos gusanitos que duermen agradablemente
y por mucho tiempo
en el algodón
y sólo saben babear
la coraza de la legumbre
que primero era blanca
y ahora
cada día más y más oscura
me decías entonces
pequeña semillita
y yo le decía a mi legumbre
huerfanita blanca
yo sé bien lo que se siente
la asfixia del amor

 

 

 

antes de mis 23 años no había nada
había encierros
trasnoches de foros de rol y messenger
había una escuela con el uniforme de piqué color celeste
compañeras que se pintaban la boca de rojo
y salían a marcar chicos
había gatos grises con el mismo nombre
y enumerados por año
había una prima que me contaba sus aventuras
y hablaba mal a mis espaldas
y me figuraba un escape en sueños
soñaba que saltaba una tapia
y corría hasta llegar a un campanario en suiza
también soñaba que frente a mí
había un puente que se extendía sobre un precipicio
donde pasaba un río de miles de likes
y comentarios con emojis afectuosos

del otro lado estaba mi familia
con los brazos cruzados
discutiendo sobre quien no lavó
los platos del mediodía

entonces me lanzaba al precipicio
y muchas manitos arriba
hacía más leve el impacto

 

 

 

no siempre fuimos así
antes robábamos balines en el kiosco del abuelo
y nos íbamos a tirarles a las ratas
que estaban en un baldío
antes mi prima se llevaba
los caramelos a escondidas
y hacíamos carpas con sillas en el living
y jugábamos a contar historias de terror
o hacer que nuestras muñecas de repente
se amaran
con un amor tan fuerte
más fuerte que cualquier ken pudiera darle
no nos hacían falta ni príncipes
ni muñecos de acción
no hacía falta nada más que un buen vestido
y una mesa con dos minicopas
ellas se peinaban las unas a las otras
y se besaban
10 muñecas mías y 10 de ellas
hasta que alguien trajo a max steel
a la casa del abuelo
entonces estalló la guerra
mi prima y yo queríamos al hombre guapo
y forzudo para la mejor de nuestras muñecas
adornamos toda la casita
jugamos a que él debía elegir
y de repente todas eran servidoras
le servían el café
y el muñeco se iba a trabajar

así se pasaron las tardes
entre gaseosas
y revistas de moda
así aprendimos mi prima y yo
a ser mujeres

 

 

 

las mujeres de mi familia
no se hablan
y si lo hacen
muestran su lengua llena de escamas
sonríen con los dientes afilados
te sirven el té
te dicen
ayer la vi a la hija del primo tal
o
el hijo de mi cuñada
o
¿viste cómo estaba la casa?

las mujeres de mi familia
están sentadas en la cocina
se lavan las manos con cloro
se pasan un mate
limpian la bombilla
con un trapo mojado con agua caliente
se lamen la herida con violencia
se lamen ahí
entre el matrimonio arreglado
y el golpe del marido

las mujeres de mi familia no se hablan
y si lo hacen
te ofrecen
una caja de bombones
llenos de veneno

 

 

 

 

Marlene Ayala (Buenos Aires, 1991) reside actualmente en la  Provincia de San Luis. Es poeta, artista visual, editora y diseñadora en Perniciosa Editorial. Organiza los ciclos de lectura “Abierto de poesía” que se realizan en diversos bares en la ciudad de San Luis. En 2017 fue seleccionada para participar de la primera residencia del Festival Internacional de Poesía de Rosario. Es autora del libro Family Game (Ed. Perniciosa, 2016) que fue reeditado por la Editorial digital Matrerita en 2021 en formato Ebook.Comparte sus poemas en: mimonstruopop.tumblr.com/

 

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