El día de hoy quisiera compartir, en mi traducción al italiano, una selección de perlas del poeta colombiano Julio César Bustos, creador y director de la editorial de poesía bilingüe Colección Anverso. Espero que disfruten de la hermosa poesía de este romero de la vida.
Camino solo
Camino acompañado
El sendero es vasto
Tanto como mi soledad
Cammino da solo
Cammino in compagnia
Il sentiero è vasto
Quanto la mia solitudine
EL MILAGRO
Bajo los cimientos de la Santa Madre Iglesia
Un volcán se apresta a explotar
Peregrinos exaltados suben la colina
Y de hinojos se van a postrar ante el milagroso
Una lluvia de hojas mecidas por el viento
Se deslizan sobre sus cuerpos
Tapizando el camino del altar
El milagro hace erupción
La lava en su ardiente descenso
Abrasa la peregrinación con su creación
Cuando todo ha quedado en calma
Cuando todo ha sido olvidado
Un hombre por la ladera de la colina
Yunto con piedra busca la cima sinrazón
Hombre y piedra
En la cumbre montañosa
Erigen la nueva tempestad.
IL MIRACOLO
Sotto le fondamenta dalla Santa Madre Chiesa
Un vulcano si appresta a esplodere
Pellegrini esaltati salgono sulla collina
E si prostrano in ginocchio davanti al prodigio
Una pioggia di foglie rimestate dal vento
Scivolano sui loro corpi
Tappezzando il cammino all’altare
Il miracolo fa eruzione
La lava nella sua ardente discesa
Brucia il pellegrinaggio con la sua creazione
Quando tutto torna alla calma
Quando tutto è stato dimenticato
Un uomo sul fianco della collina
Legato a una pietra cerca la cima senza ragione
Uomo e pietra
Sulla cima della montagna
Erigono la nuova tempesta.
EL ROMERO
No camino con jueces
Tampoco con culpables
Menos aún entre inocentes
Soy un romero
Sin orden ni ley
Diferentes a las del cielo
Camino solo
Camino acompañado
El sendero es vasto
Tanto como mi soledad
Soy un romero
Camino de la muerte
Encuentro la vida
Nada solicito
Vivo estoy
Nada espero
Tan sólo soy un hombre
Entre los hombres
Tal manda Dios
O el Demonio
Por lecho
El cuerpo de la tierra
Se ofrece
Por cobijo
El manto del cielo
Se extiende
Por compañía
Lo que contemplo
Y lo que recuerdo
Visión e imaginación
Funden en una única
Esfera armoniosa
La vida del romero.
IL PELLEGRINO
Non cammino coi giudici
Nemmeno coi colpevoli
Ancor meno con gli innocenti
Sono un pellegrino
Senza ordine né legge
Differenti a quelle del cielo
Cammino da solo
Cammino in compagnia
Il sentiero è vasto
Quanto la mia solitudine
Sono un pellegrino
Cammino della morte
Incontro della vita
Nulla chiedo
Sono vivo
Nulla aspetto
Sono solo un uomo
Tra gli uomini
Così comanda Dio
O il Demonio
Per letto
Il corpo della terra
Si offre
Per riparo
Il manto del cielo
Si estende
Per compagnia
Ciò che contemplo
E ciò che ricordo
Visione e immaginazione
Si fondono in un’unica
Sfera armoniosa
La vita del pellegrino.
COMO ABRAZO DIVINO
Una estrella, pequeña,
en la frente de un moribundo
anuncia la entrada al averno
Qué sabe el romero
que viaja desde los páramos
con el canto y la oración en los labios
altas montañas de nieve y frío
Qué sabe el hombre de poder
quien en su elevado trono concierta
con sus únicas amantes
locura, soledad
Qué sabe el pastor que trashuma
de día los rebaños
y de noche duerme
bajo el cobijo de un techo tibio
Qué sabe el amante
deseo fértil
amparado en un mar de fiebre
desolado en una gota de rocío
Qué sabe el marino
hombre que pesa la tierra
y sobre los hombros
sostiene los vientos
la tramontana, los alisios
Qué saben en fin los hombres
hasta el pequeño hombre de oficina
-a qué olvidarlo en estos momentos-
mírenlo, gris, mezquino
perdido entre papeles y ocupaciones
Qué saben ellos y nosotros
los demás -pocos aún-
qué sabemos de la estrella
y del moribundo que mira impasible
pasar al hombre camino del averno
Nada sabemos
Mas para el hombre
que mira y escucha bajo cielo
el portal por donde infinitos
e invisibles caminos
se cruzan como estrellas
dibujadas por niños,
se abre vasto
como abrazo divino
e infierno y paraíso
en el instante de la vida
como crepúsculo y alba
en la belleza se hacen uno
Una estrella, pequeña,
en la frente de un moribundo
anuncia la entrada a sus dominios.
COME ABBRACCIO DIVINO
Una stella, piccola,
sulla fronte di un moribondo
annuncia l’entrata all’averno
Che cosa sa il pellegrino
che viaggia dalle lande
col canto e la preghiera sulle labbra
alte montagne di neve e freddo
Che cosa sa l’uomo di potere
che sul suo elevato trono si accorda
con le sue uniche amanti
pazzia, solitudine
Che cosa sa il pastore che transuma
di giorno le greggi
e di notte dorme
al riparo di un tiepido tetto
Che cosa sa l’amante
desiderio fertile
protetto in un mare di febbre
afflitto in una goccia di rugiada
Che cosa sa il marinaio
uomo che pesa la terra
e sulle spalle
sostiene i venti
la tramontana, gli alisei
Che cosa sanno alla fine gli uomini
persino il piccolo uomo d’ufficio
-perché dimenticarlo in questi momenti-
guardatelo, grigio, meschino
sperduto tra carte e occupazioni
Che cosa sanno loro e noi
gli altri –pochi ancora-
che cosa sappiamo della stella
e del moribondo che impassibile guarda
passare l’uomo diretto all’averno
Nulla sappiamo
Ma per l’uomo
che guarda e ascolta sotto il cielo
il portale attraverso il quale infiniti
e invisibili cammini
s’incrociano come stelle
disegnare dai bambini,
si apre vasto
come abbraccio divino
e inferno e paradiso
nell’istante della vita
come crepuscolo e alba
nella bellezza diventano uno
Una stella, piccola,
sulla fronte del moribondo
annuncia l’entrata nei suoi domini.
ANTE EL ESPEJO
Aquí,
Una cabaña abandonada a la vida.
Unos caminantes reposan sus pasos.
Palabras lanzadas al viento.
Una que otra caricia.
Miradas reflejando
En el espejo de sus aguas
La inmensidad de la soledad humana.
Allí,
Las montañas.
Bosques que navegan entre la niebla.
Todo respira, allí,
Todo nos habla.
Y aún así,
En los ojos de quien mira
Una profunda tristeza se anida.
Solo, ante el espejo,
el espejo se mira.
DAVANTI ALLO SPECCHIO
Qui,
Una capanna abbandonata alla vita.
Dei passanti riposano i loro passi.
Parole lanciate nel vento.
Un paio di carezze.
Sguardi che riflettono
Nello specchio delle loro acque
L’immensità della solitudine umana.
Lì,
Le montagne
Boschi che navigano tra la nebbia.
Tutto respira, lì.
Tutto ci parla.
E anche così,
Negli occhi di chi guarda
Una profonda tristezza si annida.
Solo, davanti allo specchio,
lo specchio si guarda.
NOCTURNO
Nocturno,
Muéstranos tus alas,
El blanco zafiro del deseo,
La gruta espaciosa de la muerte
Donde el hombre habita
Entre sombras y tinieblas.
Nocturno,
Préstanos tu manto,
El frío arrullo del páramo,
Los abrazos de la madre
Muerta y en la sombra,
Habitando en el recuerdo,
Muriendo en el olvido.
Nocturno,
Líbranos de la vida,
De su alegre música,
De sus tristes amaneceres
Donde los niños esperan el tranvía
Sobre andenes,
Y bañados con rocío.
Nocturno,
Escucha nuestra voz,
El silencio de nuestros días
Con el cual tejemos lo que somos
Lo que hemos sido y seremos:
Sombras de la luz,
Espejos de la vida,
Caricias de la amada,
En fin, criaturas perdidas.
¿Qué es la noche,
Si no el refugio propicio
Para la soledad y el silencio,
Su compañía?
Hora donde la inmensidad
Derrota la mezquindad,
Y las cosas recobran su prístina vida.
Nada más claro que la noche,
Que sus frescos aromas,
Que su grata voz,
Que sus fecundas aguas.
Nos bañamos en su cauce,
Recorremos su lecho sin memoria.
Tal el embrujo de su rostro,
Ante el cual nada puede
El rayo fulminante del día.
NOTTURNO
Notturno,
Mostraci le tue ali,
Il bianco zaffiro del tuo desiderio,
La grotta spaziosa della morte
Dove abita l’uomo
Tra ombre e tenebre.
Notturno,
Prestaci il tuo mantello,
Il freddo sussurro della landa,
Gli abbracci della madre
Morta e nell’ombra,
Che abita nel ricordo,
Che muore nell’oblio.
Notturno,
Liberaci dalla vita,
Dalla sua musica allegra,
Dai suoi tristi albori
Dove i bambini aspettano il tram
Sulle banchine,
E bagnati di rugiada.
Notturno,
Ascolta la nostra voce,
Il silenzio dei nostri giorni
Con cui tessiamo ciò che siamo
Ciò che siamo stati e saremo:
Ombre della luce,
Specchi della vita,
Carezze dell’amata,
Insomma, creature perdute.
Che cos’è la notte,
Se non il rifugio propizio
Per la solitudine e il silenzio,
La sua compagnia?
Ora in cui l’immensità
Sconfigge la meschinità,
E le cose recuperano la loro vita primordiale.
Nulla di più chiaro della notte,
dei suoi freschi aromi,
della sua gradita voce,
delle sue feconde acque.
Ci bagniamo nel suo alveo,
Percorriamo il suo letto senza memoria.
Tale è la magia del suo volto,
Di fronte al quale nulla può
Il raggio fulminante del giorno.
Julio César Bustos es poeta y editor colombiano. Ha publicado los libros El Jardín de Mantillo (1993), La Romería del Rocío (1998), Los Abatidos de Barlovento (2000), Voces Silenciosas (2005), Amores (2008) Bustos y Rimas (2014), PQNSC y Tríptica de Bacatá (2018), libro que reúne sus tres primeros poemarios. Es creador y director de la Colección Anverso, editorial de poesía bilingüe que ha publicado los libros Tierra del Sol (Antología de siete poetas de Usaquén) y Cuaderno de Traducción (Veinte voces de la poesía italiana contemporánea 1949-2001), con la edición y traducción de la poeta Marisol Bohórquez Godoy. Algunos de sus poemas han sido traducidos al francés, al rumano y al italiano. Además ha realizado eventos literarios como Encuentros Hispanocríticos, Encuentros Literarios, Semana de Poesía Central, Poeta di Paso, La Noche de San Jorge, Café Poema, el Festival Rionegro de Letras y el Festival Literario Tierra de Sol.
Estoy emocionado con tan bella traducción. Gracias a Vuela Palabra y por supuestos a estos dos faros que nos iluminan en los nocturnos de la palabra, los poetas Marisol Bohórquez Godoy y Gianni Darconza.
Gracias a ti, fue un verdadero placer traducir tus versos. Además que hay una curiosa coincidencia: si utilizara, como se hace en España, mi segundo apellido (el de mi madre), sería “Romero”.
Ganni, he disfrutado mucho la lectura de mis poemas en su traducción, es un honor y todo un privilegio que unos escritos míos lo tengan a usted como su traductor. No es una traducción cualquiera.
Y si de curiosas coincidencia se trata, os cuento que yo también soy Romero: mi abuela paterna, la madre de mi padre tenía (alma bendita) por apellido Romero. Creo que ella desde el cielo es quien me ha inspirado La Romería del Rocío, poemario al cual pertenecen algunos de los escritos que has traducido. No la conocí mucho, era apenas un crío cuando falleció. Por ella me enteré que la vida termina en muerte. Recuerdo muy bien ese día. Llovió como nunca había visto llover en mis pocos años. Aún así me quedé con un recuerdo suyo cuando mi padre me llevó a visitarla. Ya estaba viejita y enferma, pero sentí todo su amor de abuela: me regaló una ruana que había tejido con sus propias manos. La tuve conmigo toda la niñez. Estamos entre Romeros y como todos los caminos conducen a Roma, por el camino nos encontramos. Abrazos
Es un enorme placer para nosotros. Tu amor por la poesía italiana y por la literatura en general, te hace merecedor de nuestro afecto y gratitud.
Tener vuestro afecto me hace sentir felicidad. Y ese afecto es muy valioso e importante para mí.