Vuela Palabra

José Ramón Ripoll

Piedra rota: 8 poemas de José Ramón Ripoll

Esta semana quisiera compartir, en mi traducción al italiano, una selección de poemas del poeta y musicógrafo andaluz José Ramón Ripoll, sacadas de su poemario Piedra rota (2013), del cual va a salir pronto una edición italiana. El libro nace de una experiencia sencilla y cotidiana: el yo lírico camina por la playa y estrecha entre su mano una piedra rota que ha encontrado por azar en la orilla. La piedra, que ha sido arrancada de una roca por la erosión del mar, se convierte en un espejo del caminante, pues en su interior se oculta la esencia de quien la contempla, Esa piedra le permite enfrentarse con la realidad para ir más allá de las apariencias, en un viaje simbólico hacia lo más hondo de nuestro ser.


Gianni Darconza


Dime, cómo mentar tu cuerpo
si hasta el silencio arde.

Dimmi, come dire il tuo corpo
se brucia persino il silenzio.




PRELUDIO

¿TE ofreces por azar al caminante
o eres tú, piedra rota, el principal motivo de su rumbo?
¿En ti habita su nombre y escritura?
¿Eres el ámbito de su propia conciencia
o el vuelo entre sus manos?
¿El silencio y el canto de quien te escucha?

El viajero reconoce en tu forma su antiguo corazón,
su memoria en el liquen amarillo,
su tiempo ya sin tiempo en tu materia,
su noche desgajada de la noche total
en la señal de tu rotura:
desprendimiento de la roca.

Y ahora te escondes, piedra, en otros reinos,
modificas tu aspecto mineral,
penetras en la tierra hacia un fondo común,
cantas en el vacío y desapareces.
 



PRELUDIO

TI offri per caso al viandante
o sei tu, pietra rotta, il motivo primario del suo corso?
In te abita il suo nome e scrittura?
Sei l’àmbito della sua stessa coscienza
o il volo tra le sue mani?
Il silenzio e il canto di chi ti ascolta?

Il viaggiatore riconosce nella tua forma il suo antico cuore,
la sua memoria nel lichene giallo,
il suo tempo senza più tempo nella tua materia,
la sua notte strappata alla notte totale
nel segnale della tua rottura:
distacco dalla roccia.

Ed ora ti nascondi, pietra, in altri regni,
modifichi il tuo aspetto minerale,
penetri nella terra fino a un fondo comune,
canti nel vuoto e poi sparisci.



(Huella)

DE todo ese rumor que configura
la playa, el firmamento, el mar, su orilla,
sólo un guijarro entre las manos
asevera quién soy
más allá de los dedos que lo tocan
y acarician su mineral sustancia.
En la fusión imperceptible
de mi huella en la piedra
se escribe cuanto he deseado
y no ha podido ser.
Devuelvo el tiempo al agua
y continúo escuchando su sonido.
Lo demás es paisaje y una deuda
que me ha ocultado la mirada.



(Orma)

DI tutto il rumore che configura
la spiaggia, il firmamento, il mare, la sua riva,
solo un ciottolo tra le mani
asserisce chi sono
al di là delle dita che lo toccano
e ne accarezzano la minerale sostanza.
Nella fusione impercettibile
della mia impronta sulla pietra
si scrive quanto ho bramato
e non è potuto essere.
Rendo il tempo all’acqua
e continuo ad ascoltare il suo suono.
Il resto è paesaggio e un debito
che mi ha occultato lo sguardo.




(Entre el jaspe y el iris)

ENTRE el jaspe y el iris cae la tarde.
Si el crepúsculo ardiera sin ser visto,
ni tu extraña visita,
ni este encuentro,
ni la insistencia de mis ojos
tendrían sentido ahora.
Toda esta causa reproduce un susurro
que se hace música al mirar.
Del recuerdo ondulado de esta tarde que cae
se forma una palabra que la nombra,
y así vive,
entre el jaspe y el iris.



(Tra il diaspro e l’opale)

Tra il diaspro e l’opale cade la sera.
Se il crepuscolo ardesse senza esser visto,
né la tua strana visita,
né quest’incontro,
né l’insistenza dei miei occhi
ora avrebbero un senso.
Tutta questa causa riproduce un sussurro
che si fa musica al guardare.
Dal ricordo ondulato di questa sera che cade
si forma una parola che la nomina,
e così vive,
tra il diaspro e l’opale.




(Roja hendidura)

EN la tarde,
la rojiza hendidura que el sol deja
entre el cielo y el mar
nos remite al principio de un rumor obstinado.
Escucha, no el sonido del aire,
no el batir de las olas contra la línea imaginaria
que separa cuanto sueñas y vives,
sino el constante crepitar del silencio
que más allá de su propia insistencia
te desdice y aprieta entre su nada,
la hiriente indagación del miedo
precipitándote al vacío.
Escucha el zumbido de quien eres
como un eco lejano que ha dejado de ser.
Escucha ese otro cántico que entona
la turbadora claridad del día
que viene cada tarde a reescribirte
en su roja hendidura.



(Rossa fessura)

NELLA sera,
la fessura rossastra che il sole lascia
tra il cielo e il mare
ci rinvia al principio di un rumore ostinato.
Ascolta, non il suono dell’aria,
non le onde che battono contro la linea immaginaria
che separa quello che sogni e vivi,
bensì il costante crepitare del silenzio
che al di là della sua insistenza
ti smentisce e stringe tra il suo nulla,
a indagare il timore che ferisce
precipitandoti nel vuoto.
Ascolta il ronzio di chi sei
come eco lontana che non c’è più.
Ascolta l’altro cantico che intona
la perturbante chiarità del giorno
che ogni sera torna a riscriverti
nella rossa fessura.




(Almas desnudas)

ALMAS al sol,
desnudas sin sus cuerpos,
sin aliento y sin voz,
sin un signo en el aire,
sin un hueco en la arena
que testifiquen su presencia.
En esta playa ahora,
almas desnudas
que tejen en silencio
un testamento inescrutable,
almas que rozan su memoria
con el rumor del agua,
deshaciendo el recuerdo,
diluyendo su ser.
Almas desnudas ya sin alma:
sólo una piedra abandonada
en un océano sin nombre.



(Anime nude)

ANIME al sole,
son nude senza i corpi,
senza fiato né voce,
senza un segno nell’aria,
senza un buco nella sabbia
che ne confermi la presenza.
Su questa spiaggia adesso,
anime nude
che tessono in silenzio
un inscrutabile testamento,
anime che sfiorano la memoria
col rumore dell’acqua,
disfacendo il ricordo,
diluendo il proprio essere.
Anime nude senza più anima:
solo una pietra abbandonata
in un oceano senza nome.



(El escarabajo)

TRAZA un sendero entre las dunas.
No sabe adónde va o quizás sea
ese aparente no saber el motivo
de su existencia bajo el sol, dibujando
un esquema de la vida que fluye,
serpentea, sobre sus pasos vuelve
e insiste otra vez más en ir.
Pacientemente escribe y su presencia
es escritura sobre arena
que borra y borra el viento,
el esbozo de un camino sin rumbo
o alrededor de ti, piedra enterrada,
para significar sin revelarte.



(Lo scarafaggio)

TRACCIA un sentiero tra le dune.
Non sa dove va o forse è proprio
quel non sapere apparente il motivo
della sua esistenza sotto il sole, segnando
uno schema della vita che scorre,
serpeggia, torna sui suoi passi
e insiste ancora a andare.
Pazientemente scrive e la presenza
sua è scrittura sulla sabbia
che cancella e cancella il vento,
lo schizzo di un cammino senza meta
o intorno a te, pietra sepolta,
per significar senza rivelarti.




(Mi único territorio)

TODA la tierra entera para cubrir tu forma
minúscula y quebrada.
Todo el mar del invierno entre tus poros,
anticipando el frío infinito de tu calcáreo nombre.
Todo el sol en tu centro lleno de fuego y luz
que sólo alumbra y quema tu rotura,
la cicatriz de tu desgaje.
Todo el espacio entre tus lindes,
mi único territorio,
mi identidad,
mi tiempo,
un puñado de arena
que aprieto entre las manos
y se escapa,
se pierde
en el canto del aire.



(Il mio unico territorio)

TUTTA la terra intera per coprir la tua forma
minuscola e spezzata.
Tutto il mare dell’inverno tra i pori,
anticipano il freddo infinito del tuo calcareo nome.
Tutto il sole nel centro pieno di fuoco e luce
che illumina e brucia solo la tua rottura,
la cicatrice del tuo schianto.
Tutto lo spazio tra i tuoi limiti,
mio unico territorio,
mia identità,
mio tempo,
ed un pugno di sabbia
che stringo tra le mani
e poi scappa,
si perde
nel canto dell’aria.




(Nada aparece)

NADA aparece:
ninguna forma ni apariencia,
ningún borrón de tinta,
ninguna mancha,
nada,
ninguna grieta en el dolor,
ningún espasmo que recuerde tu vuelo,
tu hendidura en la noche
como la huella del desgarro,
nada en la noche,
ninguna mano escribe
mi extravío.



(Nulla appare)

NULLA appare:
nessuna forma né apparenza,
nessuna chiazza d’inchiostro,
nessuna macchia,
nulla,
nessuna crepa nel dolore,
né spasimo che ricordi il tuo volo,
la tua fessura nella notte
come l’impronta dello strappo,
nulla nella notte,
nessuna mano scrive
il mio smarrimento.





José Ramón Ripoll (Cádiz, 1952), poeta, escritor y musicógrafo español, ha desarrollado una amplia labor de divulgación musical y literaria a través de la radiodifusión española, universidades y diferentes medios especializados. Desde su fundación en 1991, ha sido director de RevistAtlántica de poesía, publicación dedicada a la promoción de la poesía iberoamericana e internacional. Es autor de varios libros de poemas, entre los que destacan La Tauromaquia (1979), Sermón de la barbarie (1981), El humo de los barcos (Visor, Madrid, 1983), Las sílabas ocultas (Renacimiento, Sevilla, 1991) y Niebla y confín (Visor, Madrid, 2000), Hoy es niebla (Visor, Madrid, 2002), Estragos de la guerra (Editores del Centro de Arte Moderno, Madrid, 2011), Piedra rota (Tusquets, Barcelona, 2013) y La lengua de los otros (Visor, Madrid, 2017). Ha recibido, entre otros reconocimientos, el XXIX Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe (2017), Premio Corda de Ensayo (Fundación Corda , Nueva York, 2018) y Premio Europa in Versi 2021 por su poemario La lingua degli altri, traducido por Giovanni Darconza y publicado por Ventura Edizione (Senigalia, 2019).


La fotografía del autor es del fotógrafo Pascual Bozelli




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1 comentario en “<em>Piedra rota</em>: 8 poemas de José Ramón Ripoll”

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