El escritor italiano Gianni Darconza nos presenta una interesante selección de poemas del poeta español Miguel Hernández, en su traducción al italiano.
si yo he nacido de un vientre
desdichado y con pobreza,
no fue sino para hacerme
ruiseñor de las desdichas
se sono nato da un ventre
sventurato e in povertà,
fu solo per diventare
usignolo delle sventure
Como el toro he nacido para el luto
Como el toro he nacido para el luto
y el dolor, como el toro estoy marcado
por un hierro infernal en el costado
y por varón en la ingle con un fruto.
Como el toro lo encuentra diminuto
todo mi corazón desmesurado,
y del rostro del beso enamorado,
como el toro a tu amor se lo disputo.
Como el toro me crezco en el castigo,
la lengua en corazón tengo bañada
y llevo al cuello un vendaval sonoro.
Como el toro te sigo y te persigo,
y dejas mi deseo en una espada,
como el toro burlado, como el toro.
Come il toro son nato per il lutto
Come il toro son nato per il lutto
e il dolore, come il toro marcato
da una lama infernale nel costato
e come maschio nell’inguine un frutto.
Come il toro tutto ritiene piccolo
questo mio cuore smisurato,
e del volto del bacio innamorato,
come il toro al tuo amore lo contendo.
Come il toro m’innalzo nel castigo,
la lingua nel cuore bagnata tengo
porto al collo un uragano sonoro.
Come il toro ti seguo e ti perseguo,
e lasci la mia brama in una spada,
come il toro burlato, come il toro.
18 de julio 1936-18 de julio 1938
Es sangre, no granizo, lo que azota mis sienes.
Son dos años de sangre: son dos inundaciones.
Sangre de acción solar, devoradora vienes,
hasta dejar sin nadie y ahogados los balcones.
Sangre que es el mejor de los mejores bienes.
Sangre que atesoraba para el amor sus dones.
Vedla enturbiando mares, sobrecogiendo trenes,
desalentando toros donde alentó leones.
El tiempo es sangre. El tiempo circula por mis venas.
Y ante el reloj y el alba me siento más que herido,
y oigo un chocar de sangres de todos los tamaños.
Sangre donde se puede bañar la muerte apenas:
fulgor emocionante que no ha palidecido,
porque lo recogieron mis ojos de mil años.
18 luglio 1936-18 luglio 1938
È sangue, non grandine, quel che mi sferza le tempie.
Sono due anni di sangue: sono due inondazioni.
Sangue di azione solare, divoratore vieni,
fino a lasciar desolati e annegati i balconi.
Sangue che è il migliore dei migliori beni.
Sangue che custodiva per l’amore i suoi doni.
Guardatelo intorbidire mari, atterrire treni,
disanimare tori laddove ha animato leoni.
Il tempo è sangue. Il tempo circola nelle mie vene.
E di fronte all’ora e all’alba mi sento più che ferito,
e odo un cozzare di sangue di ogni dimensione.
Sangue ove si può bagnare appena la morte:
fulgore emozionante che non è impallidito,
perché lo hanno raccolto i miei occhi di mille anni.
Canción última
Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.
Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa,
con su ruinosa cama.
Florecerán los besos
sobre las almohadas.
Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.
El odio se amortigua
detrás de la ventana.
Será la garra suave.
Dejadme la esperanza.
Canzone ultima
Dipinta, non vuota:
dipinta è la mia casa
del colore delle grandi
passioni e disgrazie.
Ritornerà dal pianto
là dove fu condotta
con la sua deserta mensa
col suo rovinoso letto.
Fioriranno i baci
sopra i cuscini.
E attorno ai corpi
solleverà il lenzuolo
il suo intenso rampicante
notturno, profumato.
L’odio si attutisce
dietro la finestra.
Sarà l’artiglio soave.
Lasciatemi la speranza.
Besarse, mujer
Besarse, mujer,
al sol, es besarnos
en toda la vida.
Ascienden los labios,
eléctricamente
vibrantes de rayos,
con todo el furor
de un sol entre cuatro.
Besarse a la luna,
mujer, es besarnos
en toda la muerte.
Descienden los labios,
con toda la luna,
pidiendo su ocaso,
del labio de arriba,
del labio de abajo,
gastada y helada
y en cuatro pedazos.
Baciarsi, moglie
Baciarsi, moglie,
al sole, è baciarci
in tutta la vita.
Ascendono le labbra
elettricamente
vibranti di raggi,
con tutto il furore
di un sole tra quattro.
Baciarsi alla luna,
moglie, è baciarci
in tutta la morte.
Discendono le labbra
con tutta la luna
chiedendo il tramonto,
dal labbro di sopra,
dal labbro di sotto,
logorata e gelata
e in quattro frammenti.
Llegó con tres heridas
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
Giunse con tre ferite
Giunse con tre ferite:
dell’amore,
della morte
della vita.
Con tre ferite viene:
della vita,
dell’amore,
della morte.
Con tre ferite io:
della vita,
della morte,
dell’amore.
(Guerra)
La vejez en los pueblos.
El corazón sin dueño.
El amor sin objeto.
La hierba, el polvo, el cuervo.
¿Y la juventud?
En el ataúd.
El árbol solo y seco.
La mujer como un leño
de viudez sobre el lecho.
El odio sin remedio.
¿Y la juventud?
En el ataúd.
(Guerra)
La vecchiaia nei villaggi.
Il cuore senza padrone.
L’amore senza oggetto.
L’erba, la polvere, il corvo.
E la gioventù?
Nella sepoltura.
L’albero solo e secco.
La donna come un legno
di vedovanza sopra il letto.
L’odio senza rimedio.
E la gioventù?
Nella sepoltura.
Sepultura de la imaginación
Un albañil quería… No le faltaba aliento.
Un albañil quería, piedra tras piedra, muro
tras muro, levantar una imagen al viento
desencadenador en el futuro.
Quería un edificio capaz de lo más leve.
No le faltaba aliento. ¡Cuánto aquel ser quería!
Piedras de plumas, mares de pájaros los mueve
una imaginación al mediodía.
Reía. Trabajaba. Cantaba. De sus brazos,
con un poder más alto que el ala de los truenos,
iban brotando muros lo mismo que aletazos.
Pero los aletazos duran menos.
Al fin, era la piedra su agente. Y la montaña
tiene valor de vuelo si es totalmente activa.
Piedra por piedra es peso y hunde cuanto acompaña
aunque esto sea un mundo de ansia viva.
Un albañil quería… Pero la piedra cobra
su torva densidad brutal en un momento.
Aquel hombre labraba su cárcel. Y en su obra
fueron precipitados él y el viento.
Sepoltura dell’immaginazione
Voleva un muratore… Non gli mancava stimolo.
Voleva un muratore, pietra su pietra, muro
su muro, innalzare un’immagine al vento
da scatenare dopo nel futuro.
Voleva un edificio per ciò che vi è più lieve.
Non gli mancava stimolo. Quante cose voleva!
Pietre di piume, mari di uccelli sono mossi
da un’immaginazione a mezzogiorno.
Rideva. Lavorava. Cantava. Dalle braccia,
con un potere più alto dell’ala di ogni tuono,
scaturivano muri come battiti d’ala.
Ma i battiti d’ala durano meno.
Alla fine, la pietra era il suo agente. E la montagna
ha valore di volo se è totalmente attiva.
Pietra su pietra è peso e affonda quel che accompagna
benché questo sia un mondo di ansia viva.
Voleva un muratore… Ma la pietra riprende
la torva densità brutale in un momento.
Quell’uomo costruiva il suo carcere. E nell’intento
vennero scaraventati lui e il vento.
Miguel Hernández Gilabert (Orihuela, 1910 – Alicante, 1942). Fue un poeta y dramaturgo de especial relevancia en la literatura española del siglo XX. Aunque tradicionalmente se le ha encuadrado en la generación del 36, Miguel Hernández mantuvo una mayor proximidad con la generación anterior hasta el punto de ser considerado por Dámaso Alonso como “genial epígono de la generación del 27”.
Entre sus obras poéticas cabe destacar: Perito en lunas, Murcia, La Verdad, 1933; El rayo que no cesa, Madrid, Héroe, 1936; Viento del pueblo, Valencia, Socorro Rojo Internacional, 1937; Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941), Buenos Aires, Lautaro, 1958; El hombre acecha (1937-1938); Nanas de la cebolla, 1939 y Elegía (1910-1942). Para el teatro escribió: Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras, 1933. El torero más valiente, 1934; Los hijos de la piedra, 1935; El labrador de más aire, Madrid – Valencia, Nuestro Pueblo, 1937 y Teatro en la guerra, 1937.
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