Vuela Palabra

Federico García Lorca

“La aurora” y otros poemas de Federico García Lorca

Esta semana voy a compartir, en mi traducción al italiano, una selección de poemas del poeta andaluz Federico García Lorca. Adscrito a la generación del 27, es el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX y como dramaturgo se le considera una de las cimas del teatro español. Escribe tanto poesía como teatro, si bien en los últimos años se vuelca más en este último, participando no sólo en su creación sino también en la escenificación y el montaje. Fue fusilado por los fascistas al principio de la guerra civil española, por sus ideas liberales. Tras su muerte, su amigo Pablo Neruda escribió en su bella autobiografía Confieso que he vivido las siguientes palabras: “La poesía es siempre un acto de paz. El poeta nace de la paz como el pan nace de la harina. Los fascistas españoles iniciaron la guerra en España asesinando a su mejor poeta. Pero la poesía no ha muerto, tiene las siete vidas del gato. La molestan, la arrastran por la calle, la escupen y la befan, la limitan para ahogarla, la destierran, la encarcelan, le dan cuatro tiros y sale de todos estos episodios con la cara lavada y una sonrisa de arroz.”


Gianni Darconza



La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible.

L’aurora giunge e nessuno la riceve in viso

perché lì non vi è domani né speranza possibile.

 



LA AURORA

La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean las aguas podridas.

La aurora de Nueva York gime
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas
nardos de angustia dibujada.

La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible.
A veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.


Los primeros que salen comprenden con sus huesos
que no habrá paraíso ni amores deshojados;
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.

La luz es sepultada por cadenas y ruidos
en impúdico reto de ciencia sin raíces,
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de sangre.



L’AURORA

L’aurora di New York possiede
quattro colonne di fango
e un uragano di nere colombe
che sguazzano in putride acque.

L’aurora di New York geme
per le immense scale
cercando tra le ariste
tuberose di angoscia disegnata.

L’aurora giunge e nessuno la riceve in viso
perché lì non vi è domani né speranza possibile.
A volte le monete in sciami furiosi
perforano e divorano abbandonati bimbi.

I primi che escono capiscono con le loro ossa
che non ci sarà paradiso né amori sfogliati
sanno di andare al fango di numeri e leggi,
a giochi senz’arte, a sudori senza frutto.

La luce è sepolta da catene e rumori
in impudica sfida di scienza senza radici.
Nei sobborghi c’è gente che vacilla insonne
come appena uscita da un naufragio di sangue.




VUELTA DE PASEO

                       Furia color de amor,
                       amor color de olvido.
                       Luis Cernuda


Asesinado por el cielo,
entre las formas que van hacia la sierpe
y las formas que buscan el cristal,
dejaré crecer mis cabellos.

Con el árbol de muñones que no canta
y el niño con el blanco rostro de huevo.

Con los animalitos de cabeza rota
y el agua harapienta de los pies secos.

Con todo lo que tiene cansancio sordomudo
y mariposa ahogada en el tintero.

Tropezando con mi rostro distinto de cada día.
¡Asesinado por el cielo!



RIENTRO DA UNA PASSEGGIATA

                          Furia color d’amore
                          amore color d’oblio.
                          Luis Cernuda

Assassinato dal cielo,
tra le forme che vanno verso la serpe
e le forme che cercano il cristallo
lascerò crescere i capelli.

Con l’albero di moncherini che non canta
e il bimbo con il bianco volto d’uovo.

Con gli animaletti dalla testa rotta
e l’acqua misera dei piedi secchi.

Con tutto quel che ha stanchezza sordomuta
e farfalla annegata nell’inchiostro.

Inciampando nel mio volto diverso di ogni giorno.
Assassinato dal cielo!




ROMANCE DE LA PENA NEGRA

            A José Navarro Pardo

Las piquetas de los gallos
cavan buscando la aurora,
cuando por el monte oscuro
baja Soledad Montoya.
Cobre amarillo, su carne,
huele a caballo y a sombra.
Yunques ahumados sus pechos,
gimen canciones redondas.
Soledad, ¿por quién preguntas
sin compaña y a estas horas?
Pregunte por quien pregunte,
dime: ¿a ti qué se te importa?
Vengo a buscar lo que busco,
mi alegría y mi persona.
Soledad de mis pesares,
caballo que se desboca,
al fin encuentra la mar
y se lo tragan las olas.
No me recuerdes el mar,
que la pena negra, brota
en las tierras de aceituna
bajo el rumor de las hojas.
¡Soledad, qué pena tienes!
¡Qué pena tan lastimosa!
Lloras zumo de limón
agrio de espera y de boca.
¡Qué pena tan grande! Corro
mi casa como una loca,
mis dos trenzas por el suelo,
de la cocina a la alcoba.
¡Qué pena! Me estoy poniendo
de azabache carne y ropa.
¡Ay, mis camisas de hilo!
¡Ay, mis muslos de amapola!
Soledad: lava tu cuerpo
con agua de las alondras,
y deja tu corazón
en paz, Soledad Montoya.
Por abajo canta el río:
volante de cielo y hojas.
Con flores de calabaza,
la nueva luz se corona.
¡Oh pena de los gitanos!
Pena limpia y siempre sola.
¡Oh pena de cauce oculto
y madrugada remota!



ROMANCE DELLA PENA NERA

            A José Navarro Pardo

Tutti i picconi dei galli
scavan cercando l’aurora,
quando giù dal monte oscuro
scende Soledad Montoya.
Rame giallo, la sua carne,
odor di cavallo e ombra.
Incudini oscure i seni,
gemon rotonde canzoni.
Soledad, chi stai cercando
senza compagna a quest’ora?
Chiunque sia quel che tu cerchi,
dimmi: ma a te cosa importa?
Vengo a cercar quel che cerco,
l’allegria e la mia persona.
Soledad delle mie pene,
cavallo senza più staffe,
alla fine trova il mare
e l’inghiottono le onde.
Tu non ricordarmi il mare,
che la pena nera, sgorga
nelle terre delle olive
al rumore delle foglie.
Soledad, che pena che hai!
Che pena tanto pietosa!
Piangi succo di limone
aspro d’attesa e di bocca.
Che pena enorme! Percorro
la mia casa come folle,
le mie due trecce per terra,
dalla cucina all’alcova.
Che pena! Sto diventando
corvina carne e indumenti.
Ah, le mie camicie di lino!
Ah, le cosce di papavero!
Soledad: lava il tuo corpo
con l’acqua delle allodole,
e lascia che resti il cuore
calmo, Soledad Montoya.
Mentre sotto canta il fiume:
volante di cielo e foglie.
Con gialli fiori di zucca,
la nuova luce si avvolge.
Oh la pena dei gitani!
Pena tersa e sempre sola.
Oh pena di alveo occulto
e mattinata remota!




GACELA DEL NIÑO MUERTO

Todas las tardes en Granada,

todas las tardes se muere un niño.
Todas las tardes el agua se sienta
a conversar con sus amigos.
Los muertos llevan alas de musgo.
El viento nublado y el viento limpio
son dos faisanes que vuelan por las torres
y el día es un muchacho herido.
No quedaba en el aire ni una brizna de alondra
cuando yo te encontré por las grutas del vino.
No quedaba en la tierra ni una miga de nube
cuando te ahogabas por el río.
Un gigante de agua cayó sobre los montes
y el valle fue rodando con perros y con lirios.
Tu cuerpo, con la sombra violeta de mis manos,
era, muerto en la orilla, un arcángel de frío.



GAZZELA DEL BIMBO MORTO

Ogni pomeriggio a Granada,
ogni pomeriggio muore un bimbo.
Ogni pomeriggio l’acqua si siede
a conversare coi suoi amici.
I morti hanno ali di muschio.
Il vento nuvoloso e il vento terso
son due fagiani che volano tra le torri
e il giorno è un ragazzo ferito.
Non restava nell’aria neanche un filo d’allodola
quando ti incontrai tra le grotte del vino.
Non restava sulla terra una mollica di nube
mentre affogavi nel fiume.
Un gigante d’acqua cadde sui monti
e la valle ruotava con cani e gigli.
Il tuo corpo, con l’ombra violenta delle mie mani,
era, morto sulla riva, un arcangelo di freddo.




CASIDA DEL LLANTO

He cerrado mi balcón
porque no quiero oír el llanto
pero por detrás de los grises muros
no se oye otra cosa que el llanto.
Hay muy pocos ángeles que canten,
hay muy pocos perros que ladren,
mil violines caben en la palma de mi mano.
Pero el llanto es un perro inmenso,
el llanto es un ángel inmenso,
el llanto es un violín inmenso,
las lágrimas amordazan al viento,
no se oye otra cosa que el llanto.



CASIDA DEL PIANTO

Ho chiuso il mio balcone
perché non voglio udire il pianto
ma dietro i muri grigi
non si ode altro che il pianto.
Ci sono pochissimi angeli che cantano,
pochissimi cani che latrano,
mille violini stanno nel palmo della mia mano.
Ma il pianto è un cane immenso,
il pianto è un angelo immenso,
il pianto è un violino immenso,
le lacrime imbavagliano il tempi,
non si ode altro che il pianto.




REYERTA

            A Rafael Méndez

En la mitad del barranco

las navajas de Albacete,
bellas de sangre contraria,
relucen como los peces.
Una dura luz de naipe
recorta en el agrio verde,
caballos enfurecidos
y perfiles de jinetes.
En la copa de un olivo 
lloran dos viejas mujeres. 
El toro de la reyerta
se sube por las paredes. 
Ángeles negros traían 
pañuelos y agua de nieve. 
Ángeles con grandes alas 
de navajas de Albacete. 
Juan Antonio el de Montilla 
rueda muerto la pendiente, 
su cuerpo lleno de lirios
y una granada en las sienes.
Ahora monta cruz de fuego,
carreta de la muerte.

El juez, con guardia civil,
por los olivares viene.
Sangre resbalada gime
muda canción de serpiente.
Señores guardias civiles;
aquí pasó lo de siempre.
Han muerto cuatro romanos
y cinco cartagineses.

La tarde loca de higueras
y de rumores calientes,
cae desmayada en los muslos
heridos de los jinetes.
Y ángeles negros volaban
por el aire del poniente.
Ángeles de largas trenzas
y corazones de aceite.



RISSA

           
A Rafael Méndez


Nel mezzo del burrone
i coltelli di Albacete,
belli di sangue nemico,
risplendono come pesci.
Luce di carte da gioco
ritaglia nell’acre verde
cavalli infuriati
e profili di cavalieri.
Sulla cima di un ulivo
piangono due vecchie donne.
Il toro della rissa
si eleva sulle pareti.
Angeli neri portavano
fazzoletti e acqua di neve.
Angeli con grandi ali
di coltelli di Albacete.
Juan Antonio di Montilla
rotola morto lungo la china,
il corpo pieno di gigli
e un melograno sulle tempie.
Adesso cavalca croce di fuoco,
il carretto della morte.

Il giudice, con la guardia civile,
tra gli uliveti viene.
Sangue versato geme
muta la canzone del serpente.
Signori guardie civili;
qui c’è stata la lotta di sempre.
Sono morti quattro romani
e cinque cartaginesi.

La sera folle di fichi
e di rumori caldi,
cade svenuta sulle cosce
ferite dei cavalieri.
E angeli neri volavano
nel vento del ponente.
Angeli con lunghe trecce
e cuori d’olio d’oliva.





Federico García Lorca (Fuentevaqueros, Granada, 1898 –Víznar, 1936). Poeta y dramaturgo español. Autor de obras como Libro de poemas (1921) o El maleficio de la mariposa (1920). Canciones (1927), Romancero gitano (1928), Poema del cante jondo (1931), Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935). En 1929 viaja a Nueva York, plasmando este viaje en Poeta en Nueva York, que se publicaría ya fallecido el autor en 1940. Dos años después funda el grupo teatral universitario La Barraca, para acercar el teatro al pueblo mediante obras del Siglo de Oro. Publica, entre otras, las obras teatrales Bodas de Sangre (1933), Yerma (1934) y La casa de Bernarda Alba (1936). En 1936, de regreso a Granada es detenido y fusilado por el bando nacionalista un mes después del golpe de Estado de julio del 36, que provocó el inicio de la guerra civil española. En la actualidad Federico García Lorca es el poeta español más leído y traducido de todos los tiempos.

¡SIGAMOS EN CONTACTO!

¡Nos encantaría tenerte al día con nuestras últimas publicaciones

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Visitas: 0

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *