Francesca Serragnoli. Nació en Bolonia en 1972. Se licenció en Literatura Moderna y en Ciencias Religiosas. Ha publicado las colecciones Il fianco dove appoggiare un figlio (Bolonia 2003, nueva edición Raffaelli Ed. 2012), Il rubino del martedì (Raffaelli Ed. 2010) y Aprile di là (LietoColle – colección Pordenonelegge, 2016). Su más reciente obra es Hotel Dieu (MC, Milán, 2020). Ha sido traducida a varios idiomas y sus textos han sido publicados en Argentina y Rumania.
Los poemas que aquí leerán han sido traducidos al español por la escritora y traductora colombiana Marisol Bohórquez Godoy.
* * *
Deseaba que tu noche
se quedara con la mía
que despuntaras lentamente desde la sábana
como un amanecer que permanece continuamente
el primer gesto
de luz en el mundo.
Hubiera recogido del suelo
el sol cayendo de tu cara
de esa sonrisa erosionada por el viento
que cae escarpada en el mar.
En tus ojos iban y venían
las golondrinas, a posarse
como cuando los párpados producen
aquel rumor de alas que se abren.
En cambio, tu perfume se fue volando
enterrado en lugares
que sólo el perro
que ladra al viento conoce.
Así te pienso
una tarde azul
que aprieta los ojos hasta desaparecer
e inmediatamente blanca
una luna a cinco dedos
sostiene mi barbilla
y me mira.
Volevo che la tua notte
rimanesse con la mia
che tu sporgessi piano dal lenzuolo
come un’alba che rimane continuamente
il primo gesto
di luce nel mondo.
Avrei raccolto da terra
il sole che ti cade dal viso
da quel sorriso eroso dal vento
che scende a picco sul mare.
Nei tuoi occhi andavano e venivano
le rondini, per posarsi
come quando le palpebre fanno
quel rumore di ali che si aprono.
Volava via invece il tuo profumo
sepolto nei luoghi
che solo il cane
che abbaia al vento conosce.
Così ti penso
una serata blu
che stringe gli occhi fino a sparire
e subito bianca
una luna a cinque dita
che mi tiene il mento
e mi guarda.
* * *
Se necesitaría todo
el tiempo de coser un botón.
El detenerse
en esa parte de la camisa
arriba y abajo con la aguja
y el largo hilo que sube y baja.
Aquel ir más allá y volver, ¿será suficiente?
El viaje de una madre
el punto brillante de su mano
que del cielo desciende
y sube un hilo que entre los dedos
parece atravesar nada.
Yo te había estrechado la mano
en la banca de la iglesia de los Siervos
oí que llorabas
no sabía como volver a coser
la flor tendida de tu respiro
con todas aquellas raíces al viento.
Ci vorrebbe proprio tutto
il tempo di cucire un bottone.
Quel fermarsi
in quel punto della camicia
su e giù con l’ago
e il filo lungo che va in alto e scende.
Quel andare al di là e tornare, basterà?
Il viaggio di una madre
il puntino luminoso della sua mano
che dal cielo scende
e sale un filo che fra le dita
sembra attraversare niente.
Io ti avevo stretto la mano
nella panca della chiesa dei Servi
sentivo che piangevi
non sapevo come ricucire
il fiore sdraiato del tuo respiro
con tutte quelle radici al vento.
* * *
El tiempo es siempre poco
…..para ver las estrellas
…..de hora en hora las escucho rendirse como tropas
…..cansadas entorno al fuego.
…..Es el momento del fusil apagado
…..el cañón frío toca la barbilla
…..contengo la emoción, las manos arriba
…..el rostro es un niño descalzo
…..los ojos como caucheras tiran una piedra
…..no se oye ruido sordo de nada
…..no fusiles mi mirada
…..¿dónde está la identidad infinita?
…..¿el nombre que rompe la ventana de la vida?
…..El lago me refleja ondulada
…..persianas rotas sacuden palabras viejas
…..El cielo no es un bar para gente solitaria
…..ordeno para ti la lluvia
…..y Jesús entre las ramas del agua
…..como un traficante nos mira
…..con las cosas que la muerte destroza.
È sempre poco il tempo
…..per guardare le stelle
…..di ora in ora le sento cedere come truppe
…..stanche intorno ai fuochi.
…..E’ il tempo del fucile spento
…..la canna fredda tocca il mento
…..tengo il brivido, le mani in alto
…..il viso è un bambino scalzo
…..gli occhi come fionde tirano un sasso
…..non si sente il tonfo di niente
…..non fucilare il mio guardare
…..dov’è l’identità infinita?
…..il nome che spacca la vetrata della vita?
…..Il lago specchia me ondulata
…..imposte rotte sbattono parole vecchie.
…..Il cielo non è un bar per gente sola
…..ordino per te la pioggia
…..e Gesù fra i rami dell’acqua
…..come un puscher ci guarda
…..con la roba che spezza la morte.
* * *
Llegabas como un vientecillo
con maletas para no permanecer
te estancabas fatigado
quédate un poco más
le dije a la sangre en los brazos
apoyada como una Pietà.
Apagaba a Dios con dos dedos
la lucecita muy breve.
La muerte se convertía en brisa,
cosa de respiro
soplo de viento en la cara
inmóvil de la estatua
inclinada sobre el fondo del mar
que siente sus brazos desmoronarse
el almizcle en la boca
sobre la cabeza el apilar de las hojas.
¿Te volveré a ver algún día?
Posarán cerca de ti
recordarás haberme conocido
al borde del agua
florecerá un temblor
el comienzo de un bordado infinito.
El eterno vaivén de las madres
mueve las olas.
Arrivavi come un venticello
con valigie non per rimanere
ti stancavi affaticato
rimani ancora un po’
dicevo al sangue sulle braccia
posato come una Pietà.
Spegneva Dio con due dita
il lumicino brevissimo.
La morte diventava arietta,
cosa di fiato
alito di vento sul volto
immobile della statua
inclinata sul fondale
che sente le braccia sgretolarsi
il muschio in bocca
sul capo ammucchiarsi le foglie.
Ti rivedrò un giorno?
Ti poseranno vicino
ricorderai d’avermi conosciuto
sull’orlo dell’acqua
fiorirà un tremito
l’inizio di un ricamo infinito.
L’eterno dondolare delle madri
muove le onde.
* * La fotografía de la autora es de Daniele Ferroni
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