Presentamos una selección de poemas del libro Stanze di città e altri viaggi (Aragno, 2020) de la poeta italiana Valentina Colonna, en la traducción al español de Marisol Bohórquez Godoy.
* * *
Se ripenso a tutte le braccia che mi hanno sollevato,
elevato in cielo, alle gambe che mi hanno trattenuta,
con le mani aperte o forti sulla vita a stringere
quasi a proteggere il nervo, il fuoco vivo
che al vento si diffonde, tra tutte scelgo il tuo non darti.
Mi sollevi in corsa a nascondere il giardino colorato
a cominciare insieme i passi che un giorno non faremo.
Si ripensa per tentare di non dimenticare, di fare tornare
una soglia di esistenza quando gli occhi si spalancano
a cercare oltre la lente una visione. Ma, mio amore,
non hai nome se non ritorno – ricordo? – e viaggio
di sospiri trattenuti, sguardi evitati per paura di perire.
Si vuelvo a pensar en todos los brazos que me han sostenido,
elevado al cielo, a las piernas que me han retenido,
con las manos abiertas o fuertes en la cintura para apretar
casi para proteger el nervio, el fuego vivo
que se expande con el viento, de todo elijo tu deseo de no darte.
Me llevas de prisa a esconder el colorido jardín
para comenzar juntos los pasos que un día no daremos.
Se recuerda para intentar no olvidar, de hacer regresar
un umbral de existencia cuando los ojos se abren de par en par
para buscar más allá de la lente una visión. Pero, mi amor,
no tienes nombre si no regreso – ¿recuerdo? – y viaje
de suspiros contenidos, miradas evitadas por miedo a perecer.
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Quanti anni ho impiegato per abbandonare
le vite che quotidianamente crescevo.
Quanto tempo speso a diventare altro,
a cercare un ricongiungimento.
Ho dovuto attraversare interminabili confini
per trovare le parole, allargare le braccia a perdere
ciò che amavo, stringere più forte il mondo,
tutto il mare che dentro mi risuonava.
Cuántos años he necesitado para abandonar
las vidas que cotidianamente alimenté.
Cuánto tiempo invertido en convertirme en otro,
en buscar una convergencia.
Tuve que cruzar interminables fronteras
para encontrar las palabras, extender los brazos para perder
lo que amaba, estrechar más fuerte el mundo,
todo el mar que dentro de mí resonaba.
* * *
A primavera questa terra è una bambina che ride.
Gli ulivi aprono gli occhi chiusi d’estate
per non perdere la vista quando la vita è troppa.
I fiori d’aria tra cachi e melograni senza frutti
io amo riconoscerli passando
piano – piano – da lontano.
En primavera esta tierra es una niña que rie.
Los olivos abren los ojos cerrados en verano
para no perder la vista cuando la vida es demasiado.
Las flores del aire entre caquis y granados sin frutos
amo reconocerlas al pasar
despacio – despacio – desde lejos.
* * *
Sei tutti i fiori che non ho raccolto.
Hai le fattezze del cielo e l’aria poi esplodi
come papavero nel grano in corsa.
Se mai ci fu Creazione pensò di farti Cosmo
un Dio, donare a te le forme primordiali,
le essenziali spoglie dell’Amore tra le mani.
Destinata ci è forse un’aria di mezzo un respiro
trattenuto. A fianco mi aggroviglio
come acqua mi allargo e riempio
te di me senza guardarti, fuggendo a poco a poco
aspettando che ogni parte di radice trovi
la molecola perfetta e mi raccolga in nutrimento.
Anche il gatto attende fermo
che torniamo al giardino solitario
con radici lunghe blu e occhi accesi
per guardare gli anni, amore, tutti
questi anni passati ad aspettarci.
Eres todas las flores que no he recogido.
Tienes los rasgos del cielo y el aire luego explotas
como amapola en medio al presuroso trigal.
Si alguna vez hubo Creación, Dios pensó en hacerte Cosmos
donar a ti las primordiales formas,
los restos esenciales del amor entre las manos.
Destinado quizás hay un aire en el medio un aliento
retenido. Al lado me enredo
como el agua me ensancho y te lleno de mí
sin mirarte, huyendo poco a poco
esperando que cada parte de la raíz encuentre
la molécula perfecta y me recoja en alimento.
Incluso el gato espera detenido
que volvamos al jardín solitario
con largas raíces azules y ojos encendidos
para ver los años, amor, todos
estos años pasados a esperarnos.
Valentina Colonna nació en Turín en 1990, en una familia de músicos. Ha publicado los poemarios Dimenticato suono (Manni, 2010), La cadenza sospesa (Aragno, 2015) y Stanze di città e altri viaggi (Aragno, 2019). Invitada por la plataforma europea de poesía Versopolis, en el 2017 debutó en el extranjero: sus textos están traducidos en varios países, incluidos Austria, Alemania, Suiza, España y Eslovenia. En el 2020 Buenos Aires Poetry publicó su obra La cadencia suspendida en la traducción de Mario Chávez Carmona. Ha sido publicada por varias de las más prestigiosas revistas literarias de Europa, como Manuskripte, Ostra-Gehege, Poetikon y ha sido invitada a varios festivales internacionales.
Pianista y compositora, se especializó en el repertorio barroco, en Barcelona, en la Escuela Superior de Música de Catalunya (ESMUC), y ahora se dedica a su proyecto PianoPoetry, con sus composiciones poéticas y pianísticas, con las cuales ha actuado en Italia y otros países. Se licenció con honores en Ciencias Lingüísticas en Turín y actualmente adelanta un doctorado en Humanidades Digitales (Lingüística) en las Universidades de Génova y Turín, abordando la prosodia de la poesía italiana en su proyecto de investigación «Voices of Italian Poets». Colaboró en los programas de música de la Radio Vaticana.