Vuela Palabra

Cinco poemas de María Ragonese

El día de hoy quiero compartirles algunos de mis textos preferidos de, poemario Brilla, sombra (Índigo editoras, 2021) de María Ragonese (Buenos Aires, 1985). Cuando leí este libro me llamó mucho la atención el tono calmado, incluso cálido, desde el que se retratan situaciones en muchas ocasiones brutales, desentrañando así usos y costumbres sociales. También me interesa mucho la perspectiva de estos textos ya que proviene de los objetos y las pequeñas cosas, como lo es caminar descalza sobre la tierra. Ya sea al explorar la infancia, la identidad, la naturaleza o la pareja, estos poemas son un recordatorio para mirar el mundo desde el asombro como si se mirara por primera vez. Ojalá los disfruten.

Andrea Muriel

Hombres y mujeres
amansaron lobos
hasta convertirlos en sus perros.
Les acariciaron el lomo, durmieron
con ojos cerrados, juntos
en las cuevas.

Mi mamá intentó domesticar
al hombre que tenía al lado
para dormir en una casa que eligió
pero nunca quiso.

 

*

 

Heredé una cuchara de plata
que usó una abuela para servir
el té con las amigas. Años cincuenta,
las mujeres se reunían a contar
botones de nácar.

A veces
deslizaban otras palabras,
un ojo morado
cubierto de polvo,

un budín que lo endulzaba.

 

*

 

A mi madre le pido
parte de mi abuela, el hilo
maíz perlé, una cuchara de plata,
dos copitas
labradas con bromelias.

Cuando era niña tocaba
las flores de cristal, adivinaba
las formas. La cuchara
hay que enfriarla
, decía

la abuela y después
la apoyaba en mis ojos con fiebre.

Con hilos de maíz
deliraba en campos y corría
liviana, a veces también corría
la sangre del maíz para comer
perlé
sobre los platos.

Le pido cosas a mi madre,
le digo necesito compartir
esta familia de mujeres,
mamá, yo aprendí a leer
por los hilos de bromelias
.


Le pido cosas pequeñas,
me descalzo y le robo los zapatos,
necesitamos
caminar sobre la tierra.

 

*

 

Nos miramos a los ojos
no hablo de las veces que sostuvimos
la mirada
y sonreímos
sino de vernos
los globos oculares,
algo nuestro en las pupilas
del otro,
en los cimientos
la curvatura de la luz
cada vez
más adentro.

 

*

 

Los bordes
dorados del amanecer
disolvieron la niebla,

ahora
sostengo una estrella,

caliento agua para el té,

uso las manos
no quiero
pensar en el futuro.

 

 

María Ragonese (Buenos Aires, 1985). Es editora, cofundadora de Agua viva y coordina talleres de escritura. Autora de Brilla, sombra (Índigo Editoras, 2021), también forma parte de las antologías Flotar y Jardín (Camalote, 2020 y 2021), y Diarios de encierro (Índigo Editoras, 2020). Estudió Artes en la Universidad de Buenos Aires y se formó en talleres de escritura y fotografía.

 

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