En el día de hoy me complace presentarles, en mi traducción al italiano, cinco poemas del gran poeta cubano José Lezama Lima, considerado, junto con Alejo Carpentier, una de las más grandes figuras de la literatura insular. La poesía de Lezama rinde culto a la imagen como su fin primordial, una imagen que observa profundamente a través de la palabra, la cual, partiendo de la ordinaria cotidianidad, transforma en un rico lirísmo.
Las músicas creciendo con la sangre
precipitan la marcha hacia la muerte.
Le musiche crescendo con il sangue
precipitano la marcia verso la morte.
AH, QUE TÚ ESCAPES
Ah, que tú escapes en el instante
en el que ya habías alcanzado tu definición mejor.
Ah, mi amiga, que tú no quieras creer
las preguntas de esa estrella recién cortada,
que va mojando sus puntas en otra estrella enemiga.
Ah, si pudiera ser cierto que a la hora del baño,
cuando en una misma agua discursiva
se bañan el inmóvil paisaje y los animales más finos:
antílopes, serpientes de pasos breves, de pasos evaporados
parecen entre sueños, sin ansias levantar
los más extensos cabellos y el agua más recordada.
Ah, mi amiga, si en el puro mármol de los adioses
hubieras dejado la estatua que nos podía acompañar,
pues el viento, el viento gracioso,
se extiende como un gato para dejarse definir.
AH, CHE TU SCAPPI
Ah, che tu scappi nell’istante
in cui avevi già raggiunto la tua definizione migliore.
Ah, amica mia, che tu non voglia credere
alle domande di quella stella appena tagliata,
che sta bagnando le sue punte su un’altra stella nemica.
Ah, se potessi essere certo che all’ora del bagno,
quando in una stessa acqua discorsiva
si bagnano l’immobile paesaggio e gli animali più fini:
antilopi, serpenti dal passo breve, dal passo evaporato
paiono tra i sogni, senza ansie sollevare
i più estesi capelli e l’acqua più ricordata.
Ah, amica mia, se nel puro marmo degli addii
avessi lasciato la statua che ci poteva accompagnare,
poiché il vento, il vento grazioso,
si estende come un gatto per lasciarsi definire.
UNA OSCURA PRADERA ME CONVIDA
Una oscura pradera me convida,
sus manteles estables y ceñidos,
giran en mí, en mi balcón se aduermen.
Dominan su extensión, su indefinida
cúpula de alabastro se recrea.
Sobre las aguas del espejo,
breve la voz en mitad de cien caminos,
mi memoria prepara su sorpresa:
gamo en el cielo, rocío, llamarada.
Sin sentir que me llaman
penetro en la pradera despacioso,
ufano en nuevo laberinto derretido.
Allí se ven, ilustres restos,
cien cabezas, cornetas, mil funciones
abren su cielo, su girasol callando.
Extraña la sorpresa en este cielo,
donde sin querer vuelven pisadas
y suenan las voces en su centro henchido.
Una oscura pradera va pasando.
Entre los dos, viento o fino papel,
el viento, herido viento de esta muerte
mágica, una y despedida.
Un pájaro y otro ya no tiemblan.
UN OSCURO PRATO MI INVITA
Un oscuro prato mi invita,
le sue tovaglie stabili e attillate,
girano in me, nel mio balcone s’addormentano.
Dominano la sua estensione, la sua indefinita
cupola di alabastro si ricrea.
Sopra le acque dello specchio,
breve la voce in mezzo a cento cammini,
la mia memoria prepara la sua sorpresa:
daino nel cielo, rugiada, fiammata.
Senza sentire che mi chiamano
penetro nel prato lentamente,
risoluto in nuovo labirinto disciolto.
Lì si vedono, illustri resti,
cento teste, cornette, mille funzioni
aprono il loro cielo, il loro girasole tacendo.
Strana la sorpresa in questo cielo,
dove senza volerlo tornano impronte
e suonano le voci nel loro centro colmato.
Un oscuro prato sta passando.
Tra i due, vento o fine carta,
il vento, ferito vento di questa morte
magica, una e licenziata.
Un uccello e un altro più non tremano.
UNA BATALLA CHINA
Separados por la colina ondulante,
dos ejércitos enmascarados
lanzan interminables aleluyas de combate.
El jefe, en su tienda de campaña,
interpreta las ancestrales furias de su pueblo.
El otro, fijándose en la línea del río,
ve su sombra en otro cuerpo, desconociéndose.
Las músicas creciendo con la sangre
precipitan la marcha hacia la muerte.
Los dos ejércitos, como envueltos por las nubes,
se adormecen borrando los escarceos temporales.
Los dos jefes se han quedado como petrificados.
Después cuentan las sombras que huyeron del cuerpo,
cuentan los cuerpos que huyeron por el río.
Uno de los ejércitos logró mantener
unida su sombra con su cuerpo,
su cuerpo con la fugacidad del río.
El otro fue vencido por un inmenso desierto somnoliento.
Su jefe rinde su espada con orgullo.
UNA BATTAGLIA CINESE
Separati dalla collina ondulante,
due eserciti mascherati
lanciano interminabili alleluia di combattimento.
Il capo, nella sua tenda di campagna,
interpreta le ancestrali furie del suo popolo.
L’altro, osservando la linea del fiume,
vede la sua ombra in un altro corpo, senza riconoscersi.
Le musiche crescendo con il sangue
precipitano la marcia verso la morte.
I due eserciti, come avvolti dalle nubi,
s’addormentano cancellando le digressioni temporali.
I due capi sono rimasti come pietrificati.
Dopo contano le ombre che sono fuggite dal corpo,
contano i corpi che sono fuggiti lungo il fiume.
Uno dei due eserciti è riuscito a mantenere
unita la sua ombra al corpo,
il suo corpo alla fugacità del fiume.
L’altro è stato sconfitto da un immenso deserto sonnolento.
Il suo capo consegna la propria spada con orgoglio.
LA MUJER Y LA CASA
Hervías la leche
y seguías las aromosas costumbres del café.
Recorrías la casa
con una medida sin desperdicios.
Cada minucia un sacramento,
como una ofrenda al peso de la noche.
Todas tus horas están justificadas
al pasar del comedor a la sala,
donde están los retratos
que gustan de tus comentarios.
Fijas la ley de todos los días
y el ave dominical se entreabre
con los colores del fuego
y las espumas del puchero.
Cuando se rompe un vaso,
es tu risa la que tintinea.
El centro de la casa
vuela como el punto en la línea.
En tus pesadillas
llueve interminablemente
sobre la colección de matas
enanas y el flamboyán subterráneo.
Si te atolondraras,
el firmamento roto
en lanzas de mármol,
se echaría sobre nosotros.
LA DONNA E LA CASA
Bollivi il latte
e seguivi le amorose abitudini del caffè.
Percorrevi la casa
con una misura senza sperperi.
Ogni minuzia un sacramento,
come un’offerta al peso della notte.
Tutte le tue ore erano giustificate
passando dalla sala da pranzo al salotto,
dove ci sono i ritratti
che si compiacciono dei tuoi commenti.
Fissi la legge di tutti i giorni
e l’uccello domenicale si schiude
con i colori del fuoco
e le schiume del bollito.
Quando si rompe un bicchiere
è la tua risata che tintinna.
Il centro della casa
vola come il punto nella linea.
Nei tuoi incubi
piove interminabilmente
sopra la collezione di cespugli
nani e il flamboyán sotterraneo.
Se ti stordissi,
il firmamento rotto
in lance di marmo
si getterebbe su di noi.
LA SALIVA DEL GALLO…
La saliva del gallo rechazada por la sustancia.
Su pluma no va a su esencia.
El gallo en los infiernos de papel.
La boca del buey como pozo.
Suéltame, que me reduzco y grito.
Ciégame, que me abarco y comprendo.
LA SALIVA DEL GALLO…
La saliva del gallo rifiutata dalla sostanza.
La sua piuma non va alla sua essenza.
Il gallo negli inferni di carta.
La bocca del bue come pozzo.
Lasciami, che mi riduco e grido.
Accecami, che mi cingo e comprendo.
José Lezama Lima (Cuba, 1910 – 1976). Poeta y ensayista. Autor de una obra culterana poblada de enigmas, claves y alegorías. Su estética está signada por un temple erótico que subyace en cada verso. Contemporáneo de una generación notable de autores entre los que destacan: Gastón Baquero, Cintio Vitier, Eliseo Diego, Virgilio Piñera, entre otros. En 1966 vio la luz Paradiso, considerada su obra maestra, donde expone de manera rotunda y extrema un imaginario sustentado en lo barroco y simbólico. Entre sus libros figuran: Muerte de Narciso (1937), Enemigo rumor (1941), La fijeza (1949), Dador (1960), Antología de la poesía cubana (1965), Paradiso (1966), Obras completas (1975) y Fragmentos a su imán (1978), publicado póstumo.
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